martes, 3 de abril de 2018

Conflicto en la relación o relación conflictiva

Toda relación entre dos personas conlleva de manera natural cierto conflicto ya que estamos tratando de conocer, entender y a veces unir educaciones, filosofías de vida, sentimientos distintos, valores, ideales, etc, Y de hecho en muchos sentidos para que la relación crezca se requiere de esos conflictos porque son las cosas que nos enfrentan para decir lo que sentimos y en que estamos o no de acuerdo, pero estos solo deben sentirse como pequeños "desajustes" que nos lleven a mejorar la relación y el entendimiento entre ambos. El principio del conflicto es que debe tener un motivo específico y debe haber voluntad de querer hablar y resolverlo.

Pero que pasa cuando vemos estas relaciones que tienen conflicto nada más por tenerlo o de todo hacen conflicto (que es medio lo mismo), porque son personas que están acostumbrados a relacionarse a través del conflicto, que sienten que el conflicto es la única forma de pedir y tener la atención de la pareja, que si no hay esa "atención" sienten que no los quieren suficiente y crean conflicto aún sin motivo aparente para tener la atención de la pareja.

Tener conflictos en la pareja y ser una pareja conflictiva es algo diametralmente opuesto, la primera opción es sana, la segunda es enfermiza y dañina.

Es importante darnos cuenta cuando el conflicto es normal y cuando estamos cayendo en una pleito constante que puede llevarnos a eso que llaman el "fight and fuck", mucha pasión al pelearse para que luego venga la recompensa de la reconciliación, sin darnos cuenta que cada pleito va dañando poco a poco a la pareja y que la reconciliación cada vez será más difícil porque no será suficiente para ir borrando las heridas anteriores, las faltas de respeto y lo lastimados que quedamos después de un pleito.

Tener malos entendidos, no estar de acuerdo en ideas, puntos de vista, etc., es normal, pero cuando ya empezamos a tener "miedo" de hacer o decir algo por temor a como va a reaccionar nuestra pareja o cuando empezamos a aislarnos porque sabemos que estando solos tenemos "control" sobre las situaciones y empezamos a excusarnos de no ir a lugares o con amigos, algo empieza a estar mal porque  empezamos a moldearnos a cosas que no somos por miedo o para evitar pleitos lo cual es una clara señal de que algo anda mal. No debe haber ni tensión ni miedo a ser como somos por temor a que la pareja se enoje o se moleste o cambie de actitud y ya nos haga pasar un mal rato.

He notado que muchas de estas parejas que constantemente están en pleito son en su mayoría personas que tienen temas de inseguridad lo cual se deriva en celos, aprehensión y reclamos de atención. Esto es en toda la extensión de la frase "un amor inmaduro e infantil". Sus problemas y pleitos no son constructivos sino destructivos, no son conflictos que los lleven a mejorar la relación, son simples enfrentamientos de poder, de control, berrinches, manipulaciones, dramas de novela barata que nada tienen que ver con un amor adulto y maduro. Temas como "no me pelaste en todo el día", "volteaste a ver a fulana o a fulano y platicaste con ella o el y no conmigo", "no me llamaste pero si tienes tiempo de andar poniendo likes en facebook", y este tipo de tonterías son sus pleitos comunes y sus reacciones ante estos pleitos son gritos, insultos, dramas de irse para que los persigan y les rueguen, no contestar las llamadas, ignorar los mensajes, irse con otra o con otro, en fin, cualquier cosa que sienten que es "castigo" para la pareja, la finalidad de estos pleitos y estas reacciones es castigar y lastimar por venganza ya que de alguna forma todas estas cosas las lastimaron a ellos o ellas primero y ahora la pareja debe sentir lo mismo y van cayendo en una relación como "sadomasoquista", de lastimarse y de venganzas.

El conflicto entre dos adultos debe tener la finalidad de querer solucionarse pero no de vengarse ni de lastimar y mucho menos de "castigar". Un amor adulto y maduro tiene conflictos, malos entendidos, inclusive llega a tener discusiones y pleitos y hasta un poco de alejamiento pero siempre debe tener como ancla principal el deseo de ambas partes de hablar (no de gritar ni de insultar), de tratar de entender y aceptar y sobre todo de solucionar, entendiendo que lo sucedido no fue un acto personal contra nosotros si no cosas que los seres humanos a veces hacen sin intención de lastimarnos.

Hay algo que he visto que sucede en estas parejas conflictivas y que siento yo que es un acto de agresión muy fuerte cuando se esta en un conflicto o en un mal entendido y es algo que muchas personas hacen, algunas lo hacen hablado y esto es muy válido pero otras lo hacen por manipulación y como para lastimar y me refiero a huir de un pleito, irse cuando se esta hablando o discutiendo. Una cosa es que alguno de los dos diga "necesito tiempo para pensar, me voy a dar una vuelta o voy a salir un rato y regresando continuamos porque siento que ahorita estoy (o estas) muy enojado (a) y no estamos llegando a nada" y otra cosa es irte sin decir nada y dejar a la persona hablando o desaparecer porque esto normalmente además de ser agresivo conlleva un chantaje y una manipulación porque creemos o sabemos que el otro o la otra va ir tras de nosotros, esto último es, creo yo, una de las peores cosas que una pareja le puede hacer a alguien, es agresivo, chantajista, manipulador, infantil, inmaduro y lastima mucho al agraviado. Después en este jueguito sigue la persecución, las mil llamadas que no se dignan a tomar y los mil mensajes que tampoco se dignan a contestar hasta que al otro se le hincha la gana aparecer o contestar porque "ya nos levanto el castigo". Estas actitudes destruyen, no construyen.

En la adolescencia cuando no sabemos que somos, que queremos, como discutir, como pensar,  buscamos adrenalina, fiesta, sentir todo, conocer todo, es entendible que a veces sucedan relaciones inmaduras y con pleitos constantes ya que estamos en etapa de crecimiento, de madurar, de entender, de empezar a vivir pero en la edad adulta todo esto ya debe estar entendido y resuelto, ya sabemos que somos, que no somos, las prioridades son otras, vivimos de manera más profunda y no tan turbulenta como antes, y en esta etapa ya es ridículo andar con relaciones de escuincle de secundaria en pleitos y aparentes reconciliaciones constantes, en lugar de buscar sumar con nuestra pareja, construir, disfrutar, crecer.

Recordemos que debemos estar con alguien que saque la mejor versión de nosotros mismos, alguien que nos explote el ángel que todos llevamos dentro y aléjense de todo aquel que les saque el diablo ya que aunque esto puede significar adrenalina y aparente pasión, el diablo vive en el infierno y ese lugar desgasta, lastima y nos resta años de vida.

Como me dijo un amigo hace tiempo "Antes yo buscaba alguien que no me dejara dormir y que no me dejara en paz, hoy busco a alguien con quien dormir y estar en paz":


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