viernes, 19 de junio de 2020

¿Porque nos quedamos cuando tenemos que irnos?

Todos hemos terminado una relación en algún momento de la vida y también creo que todos estamos convencidos, una vez que salimos de ahí, que debíamos haber terminado antes, que los últimos meses y a veces los últimos años lo único que hicimos fue hacernos más daño del necesario.

¿Porqué nos quedamos en una mala relación más tiempo del necesario? La primera razón es porque aun contra toda lógica, quedarse es más fácil que irse, quedarse no implica ningún cambio, conocemos ya las rutinas, hay sentimientos por el pasado, hay muchas cosas compartidas y además ya hasta nos acostumbramos a vivir en ese espiral emocional negativo, irse implica cambiar todo, el lugar donde vivimos, las rutinas, las costumbres, aprender a vivir con tranquilidad (que en general ya se nos había olvidado) pero en solitario, hacer otros amigos, conocer otras personas y todo esto mientras pasamos por el dolor de la ruptura, hay que dividir bienes, pelear por cosas que nunca nos imaginamos, así que esta es una de las razones por la que aparentemente es más fácil quedarse en una mala relación que salirse. Otra gran razón es el miedo, miedo a iniciar una nueva vida que no sabemos como será, miedo a no saber si encontraremos a alguien más, nos da miedo lo desconocido. Otra razón es el tiempo invertido en la relación, entre más tiempo llevamos más difícil es salirse, más cosas compartidas tenemos (hijos, bienes, amistades, viajes, vivencias). Curiosamente y por costumbre, más que otra cosa, seguimos invirtiendo nuestro tiempo en la relación aunque sabemos que ya esta inversión no costea, nos desgastamos inútilmente.

Sin embargo no hay nada que nos haga más miserables y que nos desestabilice más que estar en una mala relación con nuestra pareja, esto nos altera todo lo demás, vivimos tristes, enojados, desesperados, no queremos llegar a casa, estamos sin querer estar, cualquier cosa es motivo de pleito, a veces ya ni nos hablamos, hay agresión pasiva constante, evitamos ver a nuestros amigos o a la familia porque sabemos que estamos mal y no queremos dar explicaciones, sabemos que nos van a decir "termina, sepárate, ya salte, ya que se salga el otro o la otra" y como sabemos que tienen razón, evitamos escuchar de la gente que nos quiere lo que nosotros ya sabemos,

Darnos cuenta y aceptar que debemos terminar una relación toma tiempo pero desafortunadamente en la mayoría de los casos este tiempo se prolonga más de lo que debe y por ende nos provoca más agonía de la necesaria. Evitar el dolor es normal, pero pensamos que estamos evitando el dolor al no tomar la decisión necesaria cuando lo único que estamos haciendo es prolongarlo. En estos meses o años "extra" suceden más pleitos de los que deberían de suceder, nos acabamos haciendo más daño, nos desgastamos más, provocamos más dolor a toda la familia y se crean rencores innecesarios.

Cuando necesitamos tomar decisiones importantes tendemos a procrastinar,  a "empujarlo" para después  pensando que el tiempo nos lo hará mejor o más fácil, o que tal vez, si no le movemos a la situación el tiempo mágicamente lo resolverá, pero casi nunca sucede esto. Separarse tiene todo menos ser fácil, es doloroso y confuso y nos provoca el tener que aceptar que nos equivocamos al elegir a la persona, significa la aceptación o resignación de que la vida como la teníamos ya no va a existir, de que nuestros planes futuros tampoco van a suceder, de que nuestro esquema familiar ya no será como era, de que la casa donde vivíamos ya no será el hogar de antes, y todo esto implica llevarnos de corbata nuestra auto estima, nuestra seguridad, nuestra tranquilidad y muchas otras cosas más.

El camino del cambio nunca es sencillo pero siempre nos hará crecer, es un camino de nuevas oportunidades dónde nos podemos re inventar. Podrás no tener la dinámica familiar ya conocida pero esto no quiere decir que la nueva tenga que ser mala, en la mayoría de los casos mejora considerando que no hay nada más angustiante que vivir en un hogar roto, la relación con los hijos mejora porque ya nos sentimos tranquilos otra vez, la relación con los amigos vuelve a la normalidad, trabajamos con mayor concentración,  podemos pensar en nuevos proyectos, regresamos al concepto más básico de que cuando nosotros estamos bien, todo a nuestro alrededor esta bien.

Con esto solo quisiera decirles a los que están en este proceso que esperar no les va a ayudar ni a solucionar nada y que lo único que lograrán será prolongar la agonía y convertir el dolor en sufrimiento y que esto no le hace bien a nadie, que ojalá puedan pensar no en todo lo que dejan si no en todo lo que tienen por vivir, que la vida es una, que pasa mucho más rápido de lo que quisiéramos, que el tiempo perdido no se los va a reponer nadie y que cuando acaba la tormenta el sol siempre sale, que ya no pueden vivir del pasado y que solo les queda el futuro para re iniciar una vida distinta con todo el aprendizaje que tuvieron y hacer de lo que les queda de vida un viaje placentero.