miércoles, 24 de enero de 2018

El pretexto de los hijos

Constantemente las parejas que andan medio mal o muy mal ponen de pretexto a los hijos y a la familia para no separarse creyendo que el impacto de una separación o de un divorcio es peor que el estar en una mala relación. Para mi esto es muy debatible. Se que a los hijos les cuesta mucho trabajo el tema de que sus papas se separen y de todo lo que implica esta separación pero también creo que hay infinidad de repercusiones o efectos secundarios, sobre todo a largo plazo,  que los hijos acaban sufriendo cuando están con una pareja mal avenida.

Nuestro aprendizaje principal de como es una pareja, como tratarla, como discutir, como negociar viene principalmente de lo que vivimos en casa. Nuestra primera y más fuerte imagen de pareja viene de como son y como se llevan nuestros padres, son nuestro ejemplo diario, son lo que aprendemos y lo que repetimos consciente e inconscientemente. De como se llevan y como se tratan ellos vienen nuestros conceptos de lo que es ""normal y de que no lo es, así también de como vamos a tratar a nuestra pareja.

Cuando una pareja esta en armonía, la paz y la tranquilidad se sienten, y aunque haya discusiones y malos entendidos y en esos momentos haya tensión, los hijos se dan cuenta cuando son peleas de la vida diaria o cuando hay más fondo. Así que cuando la pareja no se lleva bien y argumentan de que si no fuera por los hijos estarían separados yo creo que les estamos dando una lección incorrecta a nuestros hijos. Creo que el tener momentos o etapas difíciles en una pareja puede ser normal después de ciertos años, y eso si es algo que deben aprender, sin embargo como afrontar los problemas o como les damos la vuelta y los ignoramos, como peleamos o no para mejorar la relación si es algo que tenemos la elección de enseñar de forma correcta o incorrecta.

Es muy fácil para los hijos darse cuenta cuando sus papas no se llevan bien y cuando están sin estar o por estar. Las actitudes y los gestos nos delatan, como dicen "el amor y el dinero no se pueden esconder". Cuando una pareja ya no quiere estar cambia todo aunque ellos crean que nadie se da cuenta, cambia la forma de hablarse, de verse, de discutir, de estar, de tocarse y es entonces cuando los hijos empiezan a pensar que es normal no tocar a su pareja, no abrazarla, no besarla. no hablarle con ternura o con respeto, discutir todo el tiempo o que cada uno haga su vida y solo convivan en reuniones sociales, no platicar, no crear un vínculo emocional, que estar casado se trata de compartir una casa y de tener familia pero no de hablar, de negociar. de divertirse, de crear experiencias.

No dudo que a los hijos les de cierta estabilidad el que sus papas estén juntos sin importar el tipo de relación que lleven ya que así no tienen que preocuparse de con quien pasar Navidad o con quien irse de viaje, sin embargo creo que todo el resto de las implicaciones de no separarse solo por ellos, es a veces más negativo que el quedarse juntos creyendo que es mejor así porque si los afectamos de muchas otras maneras.

Cuando alguien crece con unos padres que se mal tratan o se ofenden o se ignoran o se faltan al respeto y no se abrazan y no se tocan, crecemos creyendo que eso es normal así que cuando llegamos a una relación o a un matrimonio, sin querer lo repetimos. Si creces con gritos crees que es lo normal, si creces con abusos también crees que es normal, si creces viendo infidelidades o que cada quien hace su vida, lo repites. Si creces con unos papas que se separan y vuelven constantemente o que se pelean y alguno se va y regresa unos días o semanas o meses después también pensaras que es normal y tienes una alta probabilidad de repetirlo. Si creces viendo que la relación de tus padres no esta bien pero en lugar de enfrentarlo o luchar por mejorarlo lo evaden y juegan a que todo esta bien, esto también lo repetirás aunque no quieras porque esta grabado en tu disco duro. La repetición forma un comportamiento.

Estoy segura que existen personas que puedan rebatir este tema y que estén convencidos de que es mejor quedarse y fingir para que los hijos no sufran que irse y afrontar las consecuencias inmediatas, pero yo continuamente veo estos resultados de personas que en una relación repiten lo que vieron y que les es muy difícil ver que esa no es la forma correcta o sana de estar en una relación, así que si creo que los efectos de quedarse juntos solo por los hijos cuando ya no queremos estar ahí tiene mas efectos negativos que positivos en nuestros hijos y en su formación posterior como parejas que un día serán.