lunes, 22 de junio de 2015

La infidelidad (2da parte)

Un tema tan controvertido no puede cubrirse en un solo escrito y como por diferentes lados me han dado opiniones y me han mandado lecturas y videos respecto a este tema, decidí que se requería ampliar más y escribir otros puntos de vista de algo que siempre ha existido y que sabemos que no va a dejar de existir. Así que como dice el dicho "Busquemos la fortaleza para cambiar lo que se puede cambiar, la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar y la sabiduría para reconocer la diferencia". Así que si no podemos cambiar esta situación, al menos vamos a tratar de entenderla, y tal vez entendiéndola podamos evitarla un poco o tal vez, si nos sucede, la podamos aprovechar para mejorar la relación o para pensar porque sucedió. Y acuérdense que solo podemos controlar lo que hagamos nosotros y como reaccionamos pero no podemos controlar que los demás hagan ni sus reacciones.

Tenemos el concepto de que si hay infidelidad quiere decir que la relación no anda bien, y aunque en muchos de los casos es cierto, en muchos otros no tiene nada que ver con la relación si no con uno mismo. A veces simplemente sucede porque tenemos la oportunidad en frente y decidimos tomarla (siempre podemos decidir no tomarla) y otras lo buscamos, y lo hacemos por diferentes motivos. Puede ser que estemos buscando algo que según nosotros nos hace falta en la relación y en otras ocasiones porque estamos buscando algo que nos falta a nosotros mismos o como dice un video que me mandaron  "A veces estamos buscando otra versión de nosotros mismos, otro yo". A veces tiene más que ver con nuestra propia situación emocional, o de momento de vida que con la pareja.

Si nos sucede (ya sea porque nosotros cometimos la infidelidad o el otro), lo primero que debemos hacer es analizar la situación . Si nos sucede a nosotros y no nos cacharon y decidimos no compartirlo es importante entender porque nos sucedió, el origen viene de un problema en la relación o viene de un tema emocional nuestro. Si tiene que ver con la pareja puede ser un buen momento de hablar y expresar como se sienten y que les esta pasando (creo que mencionar la infidelidad no es necesario, pero cada quien decide lo que quiere decir) y puede ser una coyuntura que sirva para re plantearse la relación y para poder ver si pueden cambiar y mejorar o no. Si descubrimos que el tema esta en nuestro interior y que las razones de hacerlo fueron nuestras habrá que trabajar en la introspección y encontrar las respuestas. Si la infidelidad fue de nuestra pareja y lo cachamos, habrá que "respirar profundo y contar hasta un millón", o lo que se requiera para poder tocar el tema con serenidad y hablar con ganas y apertura de entender el porque lo hizo o porque le sucedió y también este video mencionaba algo que es muy importante y que yo no había pensado antes: ¡Se inteligente para preguntar cosas que te sirvan para entender! Olvídense de los reclamos y chantajes y de que si te gusto más con ella (el) que conmigo o que si era mejor en la cama o que si pensaste en mi estando con la otra persona, o no pensaste en tus hijos (¡¡obvio no!!) y todas esas tonterías que solo duelen y que en realidad ni queremos escuchar las respuestas, y además estas preguntas no son productivas ni constructivas. Se deben hacer preguntas que busquen entender las razones y los motivos de porque sucedió, ¿que te hizo llegar ahí? ¿como te sentías? ¿es un problema tuyo o de la relación o de las dos? ¿Lo podemos superar? . Una infidelidad puede re diseñar una relación y hacerla más fuerte, pero también puede llevar a terminar una relación que tal vez de todas formas estaba destinada al fracaso. Dicen que las buenas relaciones no son las que no tienen problemas si no las que saben como resolverlos y superarlos y que logran construir una mejor relación después de cada problema.

El lado bueno de cuando esto sucede es que nos sacude el alma, el cuerpo y el sentir y nos despierta del letargo en el que a veces nos encontramos y nos lleva a hablar de cosas que tal vez antes no habíamos hablado ni compartido con la pareja y nos lleva a tener sentimientos que no conocíamos y conversaciones que nunca antes habíamos tenido y nos obliga a enfrentarnos con la parte más recóndita de nuestro ser, y a aprender de nosotros mismos y del otro y de la situación y si lo enfrentamos con madurez y serenidad y logramos superarlo se logra una mejor relación. Y si no logramos superarlo también es importante el dejar ir sin rencor ni odio, y para dejar ir sin sentimientos negativos es importante escuchar y tratar de entender porque sucedió.

La pintada de cuerno no respeta ni raza, ni religión, ni sexo, ni nada. Les pintan el cuerno a los guapos (as), feos (as), artistas, ricos, pobres, gordos, flacos y de todo tipo. Claro que si nos cuidamos física e intelectualmente hablando y no nos amargamos y no nos dejamos engordar 100 kilos porque ya estamos "asentados" en una relación, créanme que ayuda mucho, pero el cuidarnos y ser la mejor versión de nosotros mismos  no es una vacuna definitiva contra la infidelidad, solo ayuda. La pintada de cuerno es tan antigua como el matrimonio o aparejamiento y todos coincidimos que esta mal porque a nadie le gusta saber que su pareja lo hace y sin embargo el 80% de la población (y probablemente más) lo hace o lo ha hecho....

¿Que nos ofrece una infidelidad? Adrenalina, riesgo, pasión, un cambio, emoción, novedad, sensación de libertad,  nos hace sentirnos deseados y a veces nos despierta un lado que ya se nos había dormido o nos hace descubrir un lado nuestro que no conocíamos. Una infidelidad nos puede dar lo que una relación ya estable no siempre nos puede ofrecer, y por esto caemos o sucede. También es cierto que una relación estable nos da muchas cosas que la infidelidad no nos puede ofrecer. Una relación comprometida nos ofrece estabilidad, historia, confianza, complicidad, tranquilidad, trascendencia, seguridad, familia. ¿Hay que escoger? No se. ¿Se pueden tener las dos? No creo.

De cierta forma, escoger una persona con la cual tener una relación es igual que escoger un empleo. Siempre va a haber mejores empresas, mejores oportunidades, mejores sueldos, mejores jefes, etc y no importa dónde estemos siempre habrá algo mejor, no hay trabajo ideal ni perfecto como tampoco hay pareja ideal ni perfecta. No importa a quien hayamos escogido, siempre habrá  más guapas (os), simpáticos, ricos, con mejor cuerpo, etc. ¿Porqué no mejor tratamos de hacer lo mejor dónde estamos, dónde ya escogimos estar? Antes el matrimonio era arreglado y podíamos entender que tal vez no era lo que nosotros queríamos pero ahora se supone que si escogemos con quien queremos estar. Antes se casaban más jóvenes y con menos experiencia y el riesgo a equivocarte escogiendo a la persona para el resto de tu vida a una edad tan temprana era muy alta, pero ahora no solo escogemos, también lo hacemos a una edad más adulta y con mayor experiencia. Y si lo ponemos en el contexto de las personas a las que yo me estoy dirigiendo (adulto contemporáneo), sabemos que ya la mayoría sufrieron los estragos del divorcio, son adultos con experiencia y vivencias y éxitos y fracasos y ya han vivido varias relaciones, ya tuvieron su etapa de desmadre de solteros (cuando se divorciaron), ya salieron y se acostaron con cuanto pudieron en su etapa de "libertad", lo cual les debe permitir aprender que la libertad que tenemos es la de la elección y podemos escoger seguir solteros y disfrutando de los beneficios que este estado tiene o podemos escoger estar con alguien y disfrutar de los beneficios que el emparejamiento ofrece.

Tanto la soltería como el matrimonio (o emparejamiento) tienen ventajas y desventajas, cada una tiene un precio diferente y lo único que tenemos que decidir es que precio queremos pagar y cuales nos ofrecen más ventajas que desventajas según nuestra forma de ser. En mi experiencia la mayor parte de la gente esta buscando a o va a buscar una pareja, muy pocas personas tienen la verdadera "vocación" de la soltería ya que aunque no creo que el precio sea más alto, si creo que es un "precio" con muchos bemoles y que requiere cierto tipo de personalidad para de verdad estar bien de fondo con esta elección.

Y si a esta edad y después de todo lo vivido y aprendido deciden escoger a una persona para tener una relación, ya dejen las tonterías y traten de vivir lo mejor posible con su pareja porque además sabemos que la felicidad de una relación depende muy poco de la otra persona y mucho más de nosotros mismos.









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