Entre que los índices de divorcio no disminuyen y los grandes cambios que a estas nuevas generaciones les esta tocando vivir, el concepto del matrimonio, la pareja o las uniones, deberá necesariamente transformarse.
Antes las personas no se cuestionaban mucho su camino, lo normal o lo tradicional era terminar sus estudios básicos, tratar de realizar alguna carrera profesional, encontrar pareja, encontrar trabajo o emprender un negocio, casarse, tener hijos, hacer familia y crear patrimonio para heredarle a sus hijos. Sin embargo en la actualidad los jóvenes no están siguiendo los patrones tradicionales, hoy existen muchísimas más opciones profesionales que antes, hoy se requieren estudios más especializados para emprender un negocio o ser contratado, hoy hay muchas más oportunidades para realizar en el campo laboral y gran diversidad de formas de vivir, también hay mucho más competencia y no es tan fácil destacar o crear un negocio y la economía también ha cambiado, ya no es tan fácil hacer patrimonio y mantener una familia con un solo ingreso. Hoy también ya están cambiando los formatos de los tipos de oficinas y los ambientes de trabajo, de horarios laborales, de vestimentas para trabajar, se trabaja mucho desde la casa, o desde la cafetería de tu colonia, los trajes y las corbatas ya solo se utilizan en ciertos sectores laborales, las oficinas ya no tienen el "acartonamiento" que tenían antes, y la gente ya no se queda en un empleo "para siempre".
La conquista y la forma de estar en pareja también ha cambiado, antes era el hombre el que iniciaba en general el acercamiento, se le declaraba a la mujer, pasaba por ella a su casa, la visitaba y la mujer trataba (no siempre lo lograban) de llegar virgen al matrimonio, de cuidar su "reputación" para conseguir un "buen marido" y en general trabajaba menos y se dedicaba más a la casa, a los hijos a la familia, a cuidar al marido y los hombres se concentraban en ser los proveedores principales de la familia. Hoy trabajan hombres y mujeres casi al mismo ritmo, la mujer tiene tanta o más iniciativa de conquista que el hombre, también tiene una libertad sexual mayor y cada vez más nos encontramos con parejas en las cuales ambos trabajan y ambos comparten las responsabilidades del hogar y de los hijos, o formatos como que la mujer es la que tiene el mejor ingreso y el hombre se dedica más al hogar y a los niños, lo cual antes era muy poco frecuente y no muy bien visto.
Antes las expectativas del matrimonio eran menores, con que fuera un "buen prospecto", responsable, con una educación similar a la nuestra, y pareciera que pudiera ser buen proveedor era suficiente y además habrá que recordar que antes el matrimonio se usaba como una forma de liberación, la forma "ideal" o básicamente "la única" forma de salir de casa de nuestros padres, ahora ya no necesitamos esta excusa para salirnos y por ende en estos tiempos se espera mucho más de un matrimonio o de una unión, hoy se espera que nos sume, que nos comuniquemos, que nos podamos reír y divertir, que seamos un equipo, que tengamos actividades en común, que cada quien tenga amigos y amigas por separado, que se lleve bien con nuestros amigos, con nuestra familia, que compartan sus miedos, sus sentimientos, etc., es mucho más lo que le pedimos hoy en día de esta figura marital por lo que cada vez es más difícil que cumpla con todas nuestras expectativas y cada vez es más fácil fracasar porque la lista de requisitos es interminable, y esto aunado a que la juventud vive cada vez con menos compromiso, nos da un resultado de muy poco éxito para lograr una relación a largo plazo.
Además del poco compromiso y de la poca resiliencia que hoy tienen las nuevas generaciones, habrá que sumarle que también se caracterizan por el yo, por el individualismo, es una generación que no arregla, que deshecha y se va con lo nuevo, por lo que con todos estos cambios de vida y de estructuras los llevan también a cuestionarse la institución matrimonial tradicional.
Recientemente se han construido otros formatos alternativos de relaciones como bisexuales, homosexuales, transvesties, poliamor, parejas abiertas, vivir juntos antes de casarse para probar, vivimos juntos pero no casados, fieles pero con algunos "permisos" recreativos, infieles pero con ciertas "reglas", casados o unidos pero cada quien vive en su casa, relaciones entre 3, etc. Yo no se si estos "nuevos" formatos funcionan o no, al parecer el índice de divorcio o de separación no ha disminuido, no se si las personas son más o menos felices que antes, no se si el ser humano realmente puede estar con la misma persona durante 50 años o más, no se si el ser humano puede o no ser fiel por 50 o 60 años, sin embargo creo que estamos en la etapa del río revuelto, de la transformación, dónde se están creando, proponiendo, formando y probando otras alternativas a las del matrimonio tradicional, que al parecer ya no funciona muy bien en el mundo actual. No se cuando se encuentre una mejor alternativa y ni siquiera se si exista una mejor alternativa, lo que si es que es un hecho que el ser humano tiende a estar en pareja y que esto no va a cambiar, y también reconozco que el matrimonio como lo aprendimos no esta funcionando del todo, no se tampoco si estos cambios son el principio del fin del matrimonio o si eventualmente regresaremos al formato anterior, pero si creo que para que las cosas en el tema marital mejoren, se requiere de esta "crisis" para podernos re inventar.
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