miércoles, 7 de agosto de 2019

Héroe y miserable o" cobarde" y feliz

Sabemos que el 50% de los matrimonios se divorcian, pero que sabemos del otro 50%, del que se queda en la relación, cuantos de ahí realmente son una pareja con complicidad, intimidad, sexo, respeto y todo lo que implica serlo y cuantos están sin estar y/o están entre la decisión de ¿Me quedo o me voy?

El matrimonio a largo plazo y como nos lo pintaban "para toda la vida" no es una misión nada fácil y más si consideramos que no tenemos ninguna preparación para lo que es tal vez el proyecto más importante de la vida, entramos a ciegas, con más ilusión que conocimiento, y aún creemos que el amor nos salvará de todo y nos enseñara como llevar una pareja y una familia y la realidad nos demuestra que no siempre funciona así.

Dentro de las parejas que no se separan existen tres tipos, los que viven en la "tormenta", todo es pleito, discusión, gritos, choques de poder y de control, constantes críticas, etc.,  los que viven con indiferencia, en dónde ya no hay pleitos pero tampoco amor ni pasión ni comunicación y simplemente están compartiendo un techo y unos hijos y los que si son pareja y se comunican y se divierten y se re inventan y viajan y salen y son cómplices y siguen compartiendo un proyecto de vida.

Los primeros dos casos tienen las siguientes opciones, tomar conciencia de que algo no esta funcionando y aceptar la propia responsabilidad de sus errores o faltas dentro de la relación, y cuestionarse no solo si quieren que mejore la relación (a esto todos contestarán que si) si no si están dispuestos a hacer lo que se requiere hacer para cambiar esta situación o quedarse ahí simplemente sobreviviendo y aguantando la situación.

Cuando una relación esta mal (y siempre sabemos cuando esta mal), lo primero que hacemos es pensar que es una mala racha, que ya se arreglará, que con el tiempo se olvidará o se pasará, y aunque en algunas (muy escasas) situaciones esto si sucede, esta forma de "no resolver" se va acumulando hasta que llega un punto que ya nos distanciamos tanto que no encontramos el camino de regreso. Es cierto que aparentemente es la manera más fácil porque así evitamos tensiones, discusiones o enfrentamientos, pero es mejor resolver tema por tema que un día tratar de resolver todo lo que ya no tiene solución. No importa que tan mínimo sea el problema es muy importante ir resolviéndolo conforme se va presentando  porque todo lo no resuelto se acumula. 

Otra reacción de inició cuando estamos mal es culpar al otro y pensar que si el otro hiciera tal o cual cosa se arreglaría el problema, en lugar de voltear hacia uno mismo y tratar de encontrar cual ha sido nuestra responsabilidad en el deterioro de la relación. Siempre nos han dicho que para cambiar algo hay que empezar por nosotros mismos. Es cierto que se requiere que ambos estén dispuestos a ceder y a aportar, pero el primer paso para arreglar las cosas es aceptar nuestros propios errores y aprender en que podemos cambiar o mejorar nuestras acciones, porque al cambiar nosotros en automático va a empezar a cambiar la relación.

Estando en una mala relación o en una mediocre y de indiferencia puedes escoger quedarte como estas y vivir con el vacío, la insatisfacción, la soledad acompañada, sintiéndote no querido, desvalorado, etc o tienes la opción de quedarte y mejorar la relación haciendo todo lo posible por buscar otra vez un punto de encuentro y crear una nueva relación con tu pareja en la situación actual. Muchas parejas piensan que quieren "regresar" a cuando eran felices, ese camino ya no existe, la realidad es que hoy llevan 15, 20 o 30 años juntos, ya tienen hijos, tal vez ya tienen nietos, tienen más tiempo libre, lo que hacían antes ya no les interesa hacerlo, ya ha habido pleitos, daños, y tal vez hasta algunas separaciones, ya les interesan cosas distintas a cuando eran jóvenes, entonces tienen que inventar una nueva versión de pareja, con todos las ventajas que tienen, llevan "x" años juntos y se conocen, algún día estuvieron enamorados (espero), comparten una familia, han tenido miles de experiencias juntos y esto es lo que hay que fructificar pero deben tener una gran capacidad y ganas de re intentar, de aprender de sus errores, de estar dispuestos a ceder, de verdaderamente querer re conocer a la persona que tienen al lado que aunque es la misma ya no lo es del todo. Es totalmente cierto que se puede re inventar una pareja y estar igual o mejor que antes, pero no es suficientemente con desearlo o pensarlo, si esto no se convierte en acciones concretas nunca sucederá.

Después habrá otro porcentaje que decidan separarse porque sienten que ya intentaron todo o porque no están dispuestos a hacer lo que se requiere hacer para cambiar o porque uno de los dos ya no quiere, y se dan otra vez dos opciones, te puedes separar en pleito y de mal modo o te puedes separar armoniosamente y en paz con la convicción y la tranquilidad de que ambos lo intentaron o al menos tu si lo intentaste y de que será mejor separados y en paz que juntos en constante guerra o en constante indiferencia.

De las 4 opciones que existen, solo dos deben ser perseguidas, si te quedas es para tomar acción y encontrar la forma de re estructurar tu relación para estar en una verdadera pareja y no para ser el héroe que se quedo en la relación a pesar de todo pero es miserable y si te separas que sea con la mayor armonía, seguridad e integridad posible, aceptando que ese compromiso se termino y así aunque algunas personas te tachen de cobarde o de villano, tu te sentirás feliz.


jueves, 1 de agosto de 2019

Lo que primero nos une, después nos ata

Antes la vida era muy básica, conforme han pasado los años todo ha perdido simplicidad, antes existían 4 o 5 profesiones, hoy hay 101 de dónde escoger, había 3 programas de televisión, y 4 películas en el cine al mismo tiempo, hoy hay miles de programas en todos los dispositivos al mismo tiempo y miles de películas y escoger se va volviendo más complicado. Antes la vida era estudiar, casarse y formar familia, probablemente con mayor énfasis en formar familia que en formar pareja, no se que tanto se consideraba el "amor", "la conexión emocional", "la intimidad" y todas estas cosas de las que se hablan hoy en día, al parecer  más bien se consideraba que el fuera buen proveedor y que ella viniera de buena familia y pudiera ser una buena madre así que cuando los hijos se iban (lo bueno es que tenían 6,7 y 8 hijos entonces se entretenían por muchos años) y se quedaban solos no se como sobrevivían al matrimonio.... ayudaba que en teoría se morían más jóvenes que estas nuevas generaciones, pero algunos se amargaban, otros se tiraban al alcohol, cada quien hacía su vida, el se volvía más trabajador (es decir, se supone que pasaba más tiempo en la oficina, no necesariamente trabajando...), ella empezaba a tener sus días de bridge con las amigas, y supongo que se apegaban a sus hermanas o a su familia o a falta de que hacer, se ponían a darle lata a los hijos con sus vidas y sus parejas y sus nietos, pero eso si, de divorcio o de separación ni se hablaba, mejor juntos y amargados que solos y felices, "solo y feliz" no era un "status" que se considerara viable en la sociedad de nuestros padres.

El divorcio siempre se "satanizó", siempre se ha considerado un "fracaso", aunque yo creo que esto ya tendrá que ir cambiando porque el índice de divorcio ya esta superando el 50%, lo cual quiere decir que una de cada dos personas con las que nos tropezamos es un "fracaso" y yo dudo mucho que así sea.... no me atrevería a poner una etiqueta de ese tamaño a alguien que intento un matrimonio, duró lo que tenía que durar, que puede ser mucho o poco y un día se dio cuenta que no estaba feliz y se separo. Claro que el término "feliz" también es una novedad, antes ni se hablaba de ser o no "feliz" o de cuestionarse las decisiones grandes como el matrimonio, en las cuales no te podías equivocar y si no estabas bien, te aguantabas, total, todos estaban en las mismas circunstancias.... a aguantarse y a joderse....pero entre que la vida era simple y tampoco se vivían tantos años, igual y podían sobrevivir a esta forma de vida, hoy ya no es así, hoy si hay que cuestionarse si estas feliz o no porque vivimos más tiempo y vivimos mejor durante más años, hoy estar solo es una buena opción (entiéndase "solo" como estar sin pareja, que no significa soledad), buscar a otra persona con quien nos entendamos mejor también es opción, ¿mismo infierno diferente diablo? La única forma de saberlo es intentarlo! Hoy tomar la decisión de separarse porque no esta funcionando es aplaudible, mucho más aplaudible que quedarse en una situación  mediocre o desagradable con el pretexto de que es lo que escogí, o porque ya llevo muchos años, o porque así están todos, o porque que miedo volver a empezar o estar solo, o que van a pensar mis hijos de mi, o este sin fin de razones o pretextos que pone la gente para no tomar la decisión que los haga "felices".

Sin embargo si es importante recordar que todo en la vida tiene un precio, y debemos saber que precio estamos dispuestos a pagar, habrá que sopesar que se gana y que se pierde con cualquier decisión que tomemos, habrá que considerar cuales son nuestras prioridades. No importa que decisión tomes siempre ganas algo y pierdes algo, si tienes una buena familia pero una pareja con la que no te entiendes y decides irte, podrás ganar la oportunidad de encontrar a alguien que te acompañe por la vida, tus hijos siempre serán tuyos pero la dinámica diaria de despertar y verlos, o tener las comidas familiares, o los viajes "todos juntos ya" y la "familia perfecta" ya no serán lo mismo, pero siempre podrás re inventarte y crear una nueva dinámica de vida con tus hijos, por otro lado si decides quedarte, tendrás todo esto pero tienes una enorme probabilidad de sentirte solo, sin apoyo, sin conexión emocional, sin intimidad, aunque estés acompañado, así como una alta probabilidad de acabar siendo infiel,  que decides? no hay una decisión correcta ni una errónea, solo hay la decisión que cada quien quiera tomar.

El matrimonio debe ser por voluntad pero no debe sentirse como estar preso y al parecer en algunos casos, lo que de principio los unió hoy los esta atando y los esta haciendo esclavos de sus propias circunstancias y decisiones. El divorcio es muy difícil pero ni es la muerte ni es un fracaso, es un gran cambio de vida, es el valor de tomar una decisión difícil que nos lleve a mejorar todo a nuestro alrededor, y aunque todos los cambios crean un caos (cualquier duda pueden observar  a nuestro nuevo gobierno), el caos nos obliga a encontrar nuevos rumbos y nuevas posibilidades, a veces necesitas una sacudida en tu vida que te provoque cuestionarte, re conocerte, entenderte y  re inventarte como persona y re inventar una nueva vida, porque permanecer en la mediocridad y en la comodidad significa sobrevivir pero no significa vivir. La tormenta del divorcio es dura y no es corta pero todo pasa y todo queda y  todo siempre se vuelve a acomodar y yo siempre he visto re surgir a todos los que se divorciaron como mejores personas con una vida distinta pero más completa y más tranquila, porque conforme vamos caminando en la vida lo que buscamos no solo es estar felices si no también sentirnos libres y estar en paz.






martes, 30 de julio de 2019

Resolviendo los conflictos

No existe pareja o relación alguna que no tenga conflictos, tener conflictos es parte de la vida, no todos somos iguales ni pensamos de la misma forma ni reaccionamos igual bajo circunstancias iguales, y estas diferencias nos llevan al conflicto. Sin embargo existe una gran diferencia entre el "conflicto" y el "pleito".

Un conflicto es un desacuerdo o diferencia de opinión entre dos o más personas, un pleito tiene como fondo el poder, el control, "ganar" o tener razón. Un conflicto debe ser constructivo y un pleito solo es destructivo.

En una pareja, cualquier necesidad que sintamos que no esta siendo atendida puede crear un conflicto y se debe platicar, resolver el conflicto o atender la necesidad es un simple tema de comunicación, pero cuando nos referimos a comunicación no es simplemente decir lo que sentimos o expresar aquello con lo que no estamos de acuerdo y ya, la comunicación es un arte, existe una carrera entera para aprender a comunicar, es importante cuidar lo que decimos así como la forma en que lo decimos, ya que la reacción de nuestro oyente va a depender mucho de la forma en que nosotros comuniquemos el mensaje.

Antes de iniciar una conversación debemos conocernos y entender bien lo que sentimos y porque lo sentimos o bajo que circunstancias sentimos, no se puede iniciar una conversación sin tener bien claro lo que queremos expresar y lo que queremos lograr al expresarlo. Cuando uno tiene una junta de trabajo, se prepara en el tema y tenemos claros los puntos que queremos transmitir antes de iniciarla, no entramos a una junta así como así sin saber bien lo que buscamos, así que para tener una conversación con alguien , ya sea la pareja, o tu hijo o tu madre o tu socio, es importante que tengamos claro lo que queremos exponer, y lo más recomendable es exponer un solo tema en cada reunión o junta o conversación, así como fijar un momento o un horario conveniente para tener esta platica y se debe tener presente que esta conversación no es para que uno gane y el otro pierda y tampoco es para demostrar que se tiene razón, es para comunicar tu sentir y ver si se puede lograr llegar a un punto de acuerdo entre los dos para evitar el malestar y se debe buscar un ganar/ganar.

En general, el tema que nos molesta o los eventos que nos hicieron sentir mal, no son necesariamente el problema real, para saber cual es el fondo es importante cuestionarnos el sentimiento de fondo para poder transmitir ese sentimiento y no solo el de la reacción. Por ejemplo, "me dieron celos porque en la cena estuviste muy atento con la esposa de o con la amiga de o con alguien¨, esta es la reacción "celos", el motivo de fondo sería "me da inseguridad, o me siento des atendida cuando atiendes a alguien mejor que a mi, me hace sentir triste o insegura, o me da miedo perderte", el sentimiento de fondo es el importante para poder entender, y es por esta razón que necesitamos pensar bien lo que vamos a expresar antes de tener la conversación con la pareja.

Es importante evitar que estas conversaciones se conviertan en dos monólogos (esto se da cuando cada uno esta exponiendo su punto de vista sin estar realmente escuchando al otro), porque entonces se pierde el rumbo, no deben olvidar que están en el mismo equipo, que resolver los conflictos los llevará a una mejor relación, que la pareja debe ser este "lugar" dónde nos podamos sentir con la confianza y seguridad de que podemos exponer cualquier sentimiento, por más ridículo que parezca y que no nos sintamos juzgados, que no se trata de tener razón, ni de burlarse, ni de imponer nuestro punto de vista ni de controlar el resultado, se trata solamente de buscar mejorar la relación y de no estar guardando sentimientos negativos que al acumularse exploten y ya no tengan solución.

En cada "conflicto" que se intente resolver, habrá dos papeles, el "comunicador" y el "recibidor", el comunicador será el que en determinado momento tenga un tema a resolver y pida la conversación. No importa el tema o el problema que tenga el "comunicador", se debe validar y escuchar con respeto, todos los asuntos y todos los sentimientos son válidos.

Recuerden que dependiendo de la calidad de la transmisión del mensaje será la calidad de la respuesta, el comunicador requiere ser claro con el tema o sentimiento o problema que le tiene inquieto o molesto, es importante dirigirse a la pareja con respeto, sin frases acusatorias ni comparativas, sin amenazas ni chantajes ni gritos, sin generalizaciones y con un lenguaje corporal abierto. También recuerda que tu sentimiento es válido pero no es un tema de tener razón o estar en lo correcto o ganar, es un tema que quieres exponer para que sepa lo que sientes y porque te sientes de esa forma. Debes exponer el hecho sucedido, el sentimiento provocado y pedir claramente lo que necesitas. Cuando el problema es planteado con claridad, buscar una solución será más sencillo. No ataques, no digas "tu siempre" o "tu nunca", porque con esto lo único que provocas es que el otro se sienta agredido e intente defenderse y en esta situación ambos terminan perdiendo porque no se logrará nada.

Por otro lado el "recibidor" debe dejar hablar y tratar de entender a la persona que esta exponiendo el punto, escuchar con intención de entender y no de juzgar, no debe sentirse agredido ni con necesidad de defenderse, simplemente debe escuchar sin estar pensando que va a responder y una vez que termine el "comunicador" debe hacerle preguntas para estar seguro que entendió lo que le esta queriendo decir. Una vez que se entendió el problema expuesto, el "recibidor" podrá dar su punto de vista y decir si esta de acuerdo con lo que pide la pareja o puede ofrecer alguna otra opción,  aquí empezará la negociación.

Negociar significa que ambas partes deben quedar satisfechas con el acuerdo, ambos deben hacer propuestas de como arreglar el tema, y cuando alguna propuesta no te convenza del todo, en vez de responder "no", haz una contra propuesta y se harán contra propuestas hasta que ambos estén de acuerdo y sientan que ambos salieron ganando.

Una vez que se llego al acuerdo, ambas partes deben comprometerse a cumplir su parte. Ahora esto es en el mundo ideal, sin embargo en el mundo real habrá que darle seguimiento y cierta supervisión, es bueno recordar que aún habiendo llegado a un acuerdo no siempre se van a dar los cambios de la noche a la mañana, a veces se olvidará y a veces no lo cumpliremos al pie de la letra, esto no debe tomarse de una forma personal, ya que la persona no lo olvido para molestarnos y solo tendremos que recordar al otro que no esta cumpliendo su parte del trato, siempre con respeto, con claridad, sin generalizaciones ni acusaciones y con amor.

Si logramos mejorar la calidad de nuestra comunicación en cada conflicto resuelto con amor nuestra relación crecerá.




lunes, 25 de febrero de 2019

El matrimonio del mañana

Entre que los índices de divorcio no disminuyen y los grandes cambios que a estas nuevas generaciones les esta tocando vivir, el concepto del matrimonio, la pareja o las uniones, deberá necesariamente transformarse.

Antes las personas no se cuestionaban mucho su camino, lo normal o lo tradicional era terminar sus estudios básicos, tratar de realizar alguna carrera profesional, encontrar pareja, encontrar trabajo o emprender un negocio, casarse, tener hijos, hacer familia y crear patrimonio para heredarle a sus hijos. Sin embargo en la actualidad los jóvenes no están siguiendo los patrones tradicionales, hoy existen muchísimas más opciones profesionales que antes, hoy se requieren estudios más especializados para emprender un negocio o ser contratado, hoy hay muchas más oportunidades para realizar en el campo laboral y gran diversidad de formas de vivir, también hay mucho más competencia y no es tan fácil destacar o crear un negocio y la economía también ha cambiado, ya no es tan fácil hacer patrimonio y mantener una familia con un solo ingreso. Hoy también ya están cambiando los formatos de los tipos de oficinas y los ambientes de trabajo, de horarios laborales, de vestimentas para trabajar, se trabaja mucho desde la casa, o desde la cafetería de tu colonia, los trajes y las corbatas ya solo se utilizan en ciertos sectores laborales, las oficinas ya no tienen el "acartonamiento" que tenían antes, y la gente ya no se queda en un empleo "para siempre".

La conquista y la forma de estar en pareja también ha cambiado, antes era el hombre el que iniciaba en general el acercamiento, se le declaraba a la mujer, pasaba por ella a su casa, la visitaba y la mujer trataba (no siempre lo lograban) de llegar virgen al matrimonio,  de cuidar su "reputación" para conseguir un "buen marido" y en general trabajaba menos y se dedicaba más a la casa, a los hijos a la familia, a cuidar al marido y los hombres se concentraban en ser los proveedores principales de la familia. Hoy trabajan hombres y mujeres casi al mismo ritmo, la mujer tiene tanta o más iniciativa de conquista que el hombre, también tiene una libertad sexual mayor y cada vez más nos encontramos con parejas en las cuales ambos trabajan y ambos comparten las responsabilidades del hogar y de los hijos, o formatos como que la mujer es la que tiene el mejor ingreso y el hombre se dedica más al hogar y a los niños, lo cual antes era muy poco frecuente y no muy bien visto.

Antes las expectativas del matrimonio eran menores, con que fuera un "buen prospecto", responsable, con una educación similar a la nuestra, y pareciera que pudiera ser buen proveedor era suficiente y además habrá que recordar que antes el matrimonio se usaba como una forma de liberación, la forma "ideal" o básicamente "la única" forma de salir de casa de nuestros padres, ahora ya no necesitamos esta excusa para salirnos y por ende en estos tiempos se espera mucho más de un matrimonio o de una unión, hoy se espera que nos sume, que nos comuniquemos, que nos podamos reír y divertir, que seamos un equipo, que tengamos actividades en común, que cada quien tenga amigos y amigas por separado, que se lleve bien con nuestros amigos, con nuestra familia, que compartan sus miedos, sus sentimientos, etc., es mucho más lo que le pedimos hoy en día de esta figura marital por lo que cada vez es más difícil que cumpla con todas nuestras expectativas y cada vez es más fácil fracasar porque la lista de requisitos es interminable, y esto aunado a que la juventud vive cada vez con menos compromiso, nos da un resultado de muy poco éxito para lograr una relación a largo plazo.

Además del poco compromiso y de la poca resiliencia que hoy tienen las nuevas generaciones, habrá que sumarle que también se caracterizan por el yo, por el individualismo, es una generación que no arregla, que deshecha y se va con lo nuevo, por lo que con todos estos cambios de vida y de estructuras los llevan también a cuestionarse la institución matrimonial tradicional.

Recientemente se han construido otros formatos alternativos de relaciones como bisexuales, homosexuales, transvesties, poliamor, parejas abiertas, vivir juntos antes de casarse para probar, vivimos juntos pero no casados, fieles pero con algunos "permisos" recreativos, infieles pero con ciertas "reglas", casados o unidos pero cada quien vive en su casa, relaciones entre 3, etc. Yo no se si estos "nuevos" formatos funcionan o no, al parecer el índice de divorcio o de separación no ha disminuido, no se si las personas son más o menos felices que antes, no se si el ser humano realmente puede estar con la misma persona durante 50 años o más, no se si el ser humano puede o no ser fiel por 50 o 60 años, sin embargo creo que estamos en la etapa del río revuelto, de la transformación, dónde se están creando, proponiendo, formando y probando otras alternativas a las del matrimonio tradicional, que al parecer ya no funciona muy bien en el mundo actual. No se cuando se encuentre una mejor alternativa y ni siquiera se si exista una mejor alternativa, lo que si es que es un hecho que el ser humano tiende a estar en pareja y que esto no va a cambiar, y también reconozco que el matrimonio como lo aprendimos no esta funcionando del todo, no se tampoco si estos cambios son el principio del fin del matrimonio o si eventualmente regresaremos al formato anterior, pero si creo que para que las cosas en el tema marital mejoren, se requiere de esta "crisis" para podernos re inventar.