En este tópico, como en muchos más, hay gente que no opina igual que yo, pero yo soy una fiel creyente en que tener actividades o pasiones en común con una pareja ayuda muchísimo a construir el vinculo, y voy a insistir en lo que algún día escribí de que los hijos NO son una actividad en común, si son un proyecto de equipo pero no una actividad de pareja, los hijos son una actividad familiar que también suma pero de forma distinta a la que que me refiero aquí.
Platicar y comunicarte con tu pareja es importante, tan importante como realizar actividades juntos en dónde construimos momentos y recuerdos, nos reímos, nos relajamos y aprendemos de las reacciones y del sentir de nuestra pareja durante estas actividades, que le parece gracioso, que le da miedo, cuando y como se pone tenso, preocupado, como resuelve situaciones, como reacciona ante diferentes circunstancias, y como mencione en el artículo anterior, dice más de una persona su actuar que su decir.
En una vida normal de "adulto contemporáneo" ya no es tan fácil pasar tantos momentos juntos, es necesario buscarlos y crearlos ya que ambos tienen trabajos, cansancio, familias a veces ya divorciados ambos con sus propios hijos o viviendo con ellos o alternados, eventos familiares, viajes y complicaciones diarias y por lo mismo de este "tren de vida" de la actualidad creo que es importante que si tenemos un hobby o un deporte o un pasa tiempo sería muy bueno poderlo compartir con la pareja. Yo veo muy difícil cuando cada uno trabaja, cuida hijos, viaja, etc que llegue el fin de semana y uno se va a jugar golf y el otro a desayunar o a su evento deportivo de viaje, o uno en el futbol y el otro en el tenis y ya solo se juntan a comer. Mucha gente dice que ese espacio de "actividad recreativa" lo quieren para ellos solos, que es su momento de escape, de individualidad y muy propio y aunque respeto a quien piense así y es cierto que para algunos funciona, yo no lo comparto mucho. Alguna vez leí algo que dice que "las parejas que sudan juntos, se quedan juntos", ¡yo coincido!
Yo siempre he comparado una relación con tu mejor amigo o amiga, entre más cosas juntos hacen más cosas de que hablar y de que reírse y de que acordarse tienen, justo por eso se vuelve tu mejor amigo, porque pasas con ellos tooodoooo el tiempo y además platican todo el día y cuando no están juntos se hablan por teléfono para contarse "todo" lo que ha sucedido en los últimos 15 minutos que no se vieron, ¿que pasa cuando dejas de ver a alguien por un tiempo? Te re encuentras y esta es la conversación: "¿Como estas?"..."Bien..." "¿Tú?"...Bien...."¿Que te has hecho?"...."Nada...¿tu?" ...."Tampoco"::::Lo mismo pasa con las parejas que conviven poco y que comparten poco, se les termina la conversación, pero sobre todo la comunicación y me he dado cuenta que el vivir juntos no significa convivir ni compartir más, compartir un techo y una casa no significa que se estén compartiendo ellos.
Dicen que el "matrimonio" acaba con la relación y creo que entiendo porque lo dicen. Cuando sales con alguien y son novios y no viven juntos, se requiere hacer un esfuerzo y una plan para estar juntos y cuando nos vemos realmente convivimos y hacemos cosas juntos, ver una película, cenar, platicar, salir, etc pero al casarse y compartir una casa resulta que parece que nos dijeron que a partir de ahí la convivencia se acabo porque creemos que va implícita en compartir el hogar y nada más lejano de la verdad. Cuando estoy en casa de alguien me fijo mucho en eso y uno esta en su computadora mientras el otro ve las noticias y uno cena mientras el otro atiende una llamada telefónica y uno esta en la sala viendo su programa favorito y el otro en la recamara viendo la película que el otro no quiere ver y ya creen que por estar ahí están conviviendo y no es así. El matrimonio no acaba con la relación, ¡nosotros acabamos con ella!
Yo creo que si debemos de hacer de la pareja nuestro mejor amigo o amiga, nuestro mejor socio o socia y que debemos tratar la relación como un noviazgo eterno y que debemos tratar de compartir lo que más podamos y que por esto es importante escoger una pareja que tenga intereses similares a los nuestros y que le gusten las mismas actividades y el mismo estilo de vida.
Cuando hablo de tener actividades en común no me refiero a que les guste todo igual y que todo lo hagan juntos porque la vida es un balance y un equilibrio así que tan importante será compartir actividades como que cada uno tenga su espacio y su individualidad, porque para sumar en una pareja cada uno de los integrantes debe ser sólido e independiente y debe tener un crecimiento como persona. Para que la pareja crezca, cada uno de sus integrantes debe tener un crecimiento propio.
Como todo en la vida, no es una sola cosa la que va a lograr el éxito de una relación, si no la suma de todo lo que nos dará el resultado final.
viernes, 28 de octubre de 2016
miércoles, 19 de octubre de 2016
Como mantener una relación - Vínculo emocional
Enamorarse es algo que nos sucede muchas veces sin darnos cuenta, es involuntario, pero permanecer enamorado es voluntario, es cuestión de decisión, amar es una actividad continua y no solo un sentimiento momentáneo de éxtasis, es compartir, desarrollar un sólido vínculo emocional y crear un mundo en común.
Para lograr la trascendencia como pareja y poder sobre pasar todos los retos de la vida diaria es necesario, antes que nada, tener voluntad para seguir juntos y estar dispuestos a realizar lo que se requiere para lograrlo y es muy importante que esta decisión sea de ambas partes.
No estoy pretendiendo creer que tengo la fórmula mágica para tener una relación exitosa, pero al igual que un trabajo, un proyecto, una amistad o lo que hagamos siempre existe una fórmula, un camino o una teoría a seguir para lograr lo que queremos y si nos preparamos y estudiamos y seguimos una línea para otras cosas en la vida, ¿porqué no seguirla para una relación también? La relación que tenemos con nuestra pareja de vida es igual o más importante que nuestro trabajo o que nuestros hijos, sin embargo la damos por hecho, creemos que por estar juntos o casados y que por estar para los eventos sociales ya toda va a fluir y a funcionar, pero en realidad no lo trabajamos como lo hacemos en otros aspectos de nuestra vida.
Estos son los puntos importantes que deben existir en una relación para que funcione de una forma sana y positiva:
1.- Comunicación y vínculo emocional
2.- Actividades en común
3.- Libertad y respeto
4.- Confianza, compromiso, fidelidad y lealtad
5.- Aprender a discutir de forma constructiva
6.- Proyecto de vida
7.- La sexualidad
8.- Diferenciación e Independencia
Comunicación y vínculo emocional: La comunicación empieza el día en que nos conocemos pero el vínculo emocional se construye con el tiempo. Comunicarte es una de las primeras cosas que aprendemos sin embargo la comunicación real y profunda de intimidad es algo que no todos aprenden. No me refiero a decir si algo no nos gusta o de decir a dónde queremos ir de vacaciones o que hicimos durante el día, me refiero a que la persona con la que estamos debe saber lo que nos gusta y lo que sentimos y porque nos gusta y porque nos sentimos de cierta forma, o porque reaccionamos de una u otra manera. Todas nuestras reacciones, gustos y preferencias tienen su razón de ser, no están bien o mal , son las nuestras pero para que la persona con la que estamos entienda el porque de una reacción agresiva o porque un sentimiento de tristeza o de "exageración" sobre algo que sucedió necesitamos saber explicarle exactamente de dónde vienen nuestras reacciones, a veces ni nosotros mismos sabemos pero al intentar explicar las cosas nos quedan más claras. Debemos ser capaces de expresar nuestros miedos más profundos, nuestros sueños, angustias, frustraciones, todo aquello que no nos hace sentir orgullosos pero que es parte de nosotros y que nos hace ser quienes somos y para lograr esto es importante estar con alguien que no nos juzgará por ninguno de nuestros sentimientos o ninguna de nuestras actitudes o ideas, lo cual no significa que este de acuerdo o le guste todo lo que somos, solo significa que conoce y a tratará de entender porque hacemos algo o porque sentimos algo que parece que no tiene ni pies ni cabeza. Además debemos considerar que la otra persona trae su propia carga de vida, de ideas, de traumas, de miedos, de ilusiones y de fracasos que son diferentes a las nuestras y que también debemos conocer para entender porque es como es, aunque no comulguemos con todo, Esta práctica de la comunicación íntima no es para que el otro acepte y aplauda lo que somos, es para que entienda mejor quienes somos y porque hacemos lo que hacemos y sentimos lo que sentimos y no lo tome de forma personal.
El vínculo emocional más fuerte y más profundo se logra no solo con palabras si no conviviendo con la pareja, por eso es tan importante pasar tiempo juntos y hacer actividades juntos para que realmente podamos ir conociendo a la persona no solo por lo que dice que es si no por su actuar. Creo que es igual de importante decir lo que nos gusta como lo que no nos gusta, pero por alguna extraña razón solo nos acostumbramos a decir lo malo y normalmente lo hacemos de una forma agresiva, como si la pareja lo hubiera hecho solo para molestarnos ,pensando que el otro (o la otra) "debe" saber que nos molesta o que no nos gusta. El problema es que los seres humanos cambiamos constantemente y todo el tiempo nos suceden cosas que afectan nuestro pensar y nuestro sentir y lo que paso ayer bajo cierta circunstancia que no nos afecto, hoy probablemente si nos afecte, así que no podemos esperar que la pareja sepa siempre que queremos o que no queremos.
Lograr un vínculo emocional profundo no es fácil pero es la red que al ir tejiendo va uniendo y fortaleciendo una relación, entre más hilos tenga más difícil será de romper.
Para lograr la trascendencia como pareja y poder sobre pasar todos los retos de la vida diaria es necesario, antes que nada, tener voluntad para seguir juntos y estar dispuestos a realizar lo que se requiere para lograrlo y es muy importante que esta decisión sea de ambas partes.
No estoy pretendiendo creer que tengo la fórmula mágica para tener una relación exitosa, pero al igual que un trabajo, un proyecto, una amistad o lo que hagamos siempre existe una fórmula, un camino o una teoría a seguir para lograr lo que queremos y si nos preparamos y estudiamos y seguimos una línea para otras cosas en la vida, ¿porqué no seguirla para una relación también? La relación que tenemos con nuestra pareja de vida es igual o más importante que nuestro trabajo o que nuestros hijos, sin embargo la damos por hecho, creemos que por estar juntos o casados y que por estar para los eventos sociales ya toda va a fluir y a funcionar, pero en realidad no lo trabajamos como lo hacemos en otros aspectos de nuestra vida.
Estos son los puntos importantes que deben existir en una relación para que funcione de una forma sana y positiva:
1.- Comunicación y vínculo emocional
2.- Actividades en común
3.- Libertad y respeto
4.- Confianza, compromiso, fidelidad y lealtad
5.- Aprender a discutir de forma constructiva
6.- Proyecto de vida
7.- La sexualidad
8.- Diferenciación e Independencia
Comunicación y vínculo emocional: La comunicación empieza el día en que nos conocemos pero el vínculo emocional se construye con el tiempo. Comunicarte es una de las primeras cosas que aprendemos sin embargo la comunicación real y profunda de intimidad es algo que no todos aprenden. No me refiero a decir si algo no nos gusta o de decir a dónde queremos ir de vacaciones o que hicimos durante el día, me refiero a que la persona con la que estamos debe saber lo que nos gusta y lo que sentimos y porque nos gusta y porque nos sentimos de cierta forma, o porque reaccionamos de una u otra manera. Todas nuestras reacciones, gustos y preferencias tienen su razón de ser, no están bien o mal , son las nuestras pero para que la persona con la que estamos entienda el porque de una reacción agresiva o porque un sentimiento de tristeza o de "exageración" sobre algo que sucedió necesitamos saber explicarle exactamente de dónde vienen nuestras reacciones, a veces ni nosotros mismos sabemos pero al intentar explicar las cosas nos quedan más claras. Debemos ser capaces de expresar nuestros miedos más profundos, nuestros sueños, angustias, frustraciones, todo aquello que no nos hace sentir orgullosos pero que es parte de nosotros y que nos hace ser quienes somos y para lograr esto es importante estar con alguien que no nos juzgará por ninguno de nuestros sentimientos o ninguna de nuestras actitudes o ideas, lo cual no significa que este de acuerdo o le guste todo lo que somos, solo significa que conoce y a tratará de entender porque hacemos algo o porque sentimos algo que parece que no tiene ni pies ni cabeza. Además debemos considerar que la otra persona trae su propia carga de vida, de ideas, de traumas, de miedos, de ilusiones y de fracasos que son diferentes a las nuestras y que también debemos conocer para entender porque es como es, aunque no comulguemos con todo, Esta práctica de la comunicación íntima no es para que el otro acepte y aplauda lo que somos, es para que entienda mejor quienes somos y porque hacemos lo que hacemos y sentimos lo que sentimos y no lo tome de forma personal.
El vínculo emocional más fuerte y más profundo se logra no solo con palabras si no conviviendo con la pareja, por eso es tan importante pasar tiempo juntos y hacer actividades juntos para que realmente podamos ir conociendo a la persona no solo por lo que dice que es si no por su actuar. Creo que es igual de importante decir lo que nos gusta como lo que no nos gusta, pero por alguna extraña razón solo nos acostumbramos a decir lo malo y normalmente lo hacemos de una forma agresiva, como si la pareja lo hubiera hecho solo para molestarnos ,pensando que el otro (o la otra) "debe" saber que nos molesta o que no nos gusta. El problema es que los seres humanos cambiamos constantemente y todo el tiempo nos suceden cosas que afectan nuestro pensar y nuestro sentir y lo que paso ayer bajo cierta circunstancia que no nos afecto, hoy probablemente si nos afecte, así que no podemos esperar que la pareja sepa siempre que queremos o que no queremos.
Lograr un vínculo emocional profundo no es fácil pero es la red que al ir tejiendo va uniendo y fortaleciendo una relación, entre más hilos tenga más difícil será de romper.
miércoles, 31 de agosto de 2016
Como saber si una relación se acabo
Poder distinguir entre cuando estamos en una mala racha de la relación o cuando ya se acabo la relación es una de las cosas más difíciles que hay, es una raya tan fina y puede ser tan subjetiva la visión de cada uno que se vuelve todo un acertijo saber cual es la respuesta correcta. Y en estos casos no hay una sola "respuesta correcta", la respuesta correcta es la de cada quien. Pero independientemente de que cada quien sepa lo que quiere y lo que aguanta y hasta cuando aguanta, si es importante cuestionarse cuanto dura una "mala racha" (o cuanto tiempo la podemos aguantar)..¿una semana? ¿un mes? ¿un año?, y que tan mala es la "racha", hay unas leves y que solo son incomodas y hay otras terribles, y también habrá que analizar si es un problema de "forma" o es un problema de "fondo".
Primero que nada sabemos que las relaciones no se acaban de un día para otro, aunque a veces así lo parezca. Van sufriendo un deterioro lento y puede ser un proceso de meses y muchas veces de años antes de que nos podamos dar cuenta de la situación o queramos afrontarla. Ojala nos pudiéramos dar cuenta cuando empieza el deterioro, pero el problema es que normalmente lo percibimos hasta que ya estamos muy metidos en el pantano, cuando ya es muy difícil de recuperar, cuando ya esta muy "rota" la relación, cuando ya hay rencores, pleitos, indiferencia, etc y por eso es importante procurar y alimentar una relación para no empezar a caer en el espiral del descenso, que difícilmente tiene regreso.
Hay ciertas cosas que marcan o definen cuando una relación esta rota, como las constantes faltas de respeto, o cuando la comunicación o las conversaciones son, en su mayoría, discusiones sin ganas de resolver y solo con intención de "ganar", cuando ya no hay contacto físico o cuando el sexo es escaso o aunque haya sexo ya no hay besos, cuando hay poca tolerancia por los comentarios o la forma de ser de nuestra pareja, cuando el compromiso ya nos parece obligación, cuando lo único en común son los hijos, la casa, los años juntos, las familias políticas, cuando ya ninguno quiere ceder o piensa que el otro es el culpable o el responsable de que el matrimonio o la relación este mal, cuando estamos molestos todo el tiempo, cuando dejamos de reírnos juntos, cuando buscamos cualquier pretexto para ya no estar en casa, cuando hay infidelidad, cuando empiezan a tomar decisiones cada uno por su lado, cuando dejan de ser equipo, cuando deja de haber complicidad, cuando hay indiferencia, cuando las únicas actividades que buscan son con los hijos o con la familia y no como pareja, cuando pasan mucho tiempo separados y/o cada uno haciendo sus actividades, cuando piensan que la razón de seguir juntos debe ser "la familia" o cuando uno de los dos ya se rindió.
Nadie debe salirse de una relación marital y familiar sin antes hacer todo lo posible para que funcione, pero nadie debe quedarse en una relación marital solo por conservar a la familia. Al final los hijos se van y harán su vida y nuestra "familia" será nuestra pareja y debemos poder compartir la vida con esa persona cuando los hijos no estén. Esta es una de las crisis más comunes que enfrentan las parejas que en realidad ya no son parejas, solo son familia y son padres de sus hijos. Cuando los hijos empiezan a ser adolescentes y empiezan a tener su propia vida y actividades, se van a estudiar fuera, ya tienen planes los fines de semana o se van de fiesta con sus amigos y ya poco pelan a los papas, de repente el papá y la mamá se ven solos (sin hijos) y se ven forzados a empezar a hacer una vida de pareja otra vez que en la mayoría de los casos ya se perdió (si es que la hubo) y ni siquiera se dieron cuenta ni cuando ni dónde, ya no se conocen o se conocen poco, se voltean a ver y se dan cuenta que ya cada uno tiene sus actividades y que ambos han cambiado y que más allá de ir juntos a la boda o a la comida y a los eventos sociales, en realidad ya tienen poco que platicar y que compartir y cuando están solos ya medio se estorban el uno al otro. Esto pasa constantemente y por eso se dan tantos casos de divorcios después de 20 o 25 o 30 años de casados.
¿Me quedo o me voy? Es la pregunta difícil... hay muchos que saben y están convencidos o convencidas que se deben ir, que ya no quieren estar, pero es un proceso tan difícil y un trago tan amargo el salirse de su casa y sentir que huyen, o que fracasan, o que son los culpables, o que están tirando la toalla que no es nada fácil hacerlo, buscan todos los pretextos para no hacerlo y a veces prefieren hacer cosas para que el otro los "corra" o se vaya y no sentir que cargan con la responsabilidad de lo que implica tomar la decisión de dejar a la familia o al matrimonio. Otros quieren comprar tiempo, y piensan que mejor después de Navidad, después del viaje, después de...lo que sea.....creyendo que es el tiempo por si mismo el que lograra que mejoren las cosas cuando en verdad para que las cosas cambien se necesita tomar acción, hacer cambios de ambas partes, porque la dinámica de una pareja es el resultado de los comportamientos de los dos, para que en el resultado haya cambios se requiere que las dos partes cambien. Otros quieren quedarse, no quieren terminar la relación por los hijos, por la desidia de volver a empezar, por no pasar por no enfrentar al demonio del divorcio, por no sentir que fracasaron, pero se quedan y no hacen nada, creen que solito todo cambiará, y cuantas veces hemos escuchado el dicho que dice "Si continúas haciendo lo mismo, tendrás los mismos resultados", otros dicen "yo no he cambiado, el que cambio fue el (o ella)", pues les tengo noticias, la gente cambia, la vida cambia, las circunstancias cambian y si no cambiamos nosotros con ellos perdemos la capacidad de adaptación y nos quedamos soñando con una relación que era pero ya no es y que ya no volverá a ser igual.
He visto parejas que desde mi punto de vista se divorcian aparentemente por nada de fondo, y otras que si parecen tener muchos problemas y se llevan poco o mal y solo se relacionan a gritos o tienen problemas de adicciones (alcohol, drogas, abusos emocionales, etc) y aún así no se separan...tengo entendido que normalmente estas adicciones provocan relaciones de codependencia lo cual es otro gran problema, pero ya de psicólogo...fuera de mi conocimiento y entendimiento...Así que siempre regresaremos a que cada pareja es un universo y que muchas veces aunque se separen no era necesario haberlo hecho y que otras aunque sigan juntos, están muy lejos de poder decir que sean una pareja... A veces creen que porque están juntos no han fracasado y hay muchas que quedándose fracasan más que las que tienen el valor de salirse.
Un amigo me decía hace poco..."Cuando la taza se rompió, ya es muy difícil pegarla, lo puedes intentar pero siempre estará parchada y será un punto débil de la relación, con cualquier toque se volverá a romper". Hay tazas que se caen muchas veces y no se rompen, cayeron bien, cayeron en blandito, etc, pero una vez rota....creo que si es difícil...Esto no quiere decir que no haya muchos que no sigan juntos después de haberse roto, lo que quiero decir es que muy pocos siguen juntos bien, después de haberse roto...Casi siempre siguen por un tiempo pero esa fractura puede ser el inicio del fin.
Como dicen..."Vida, dame la fortaleza para cambiar lo que puedo cambiar, la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar y la sabiduría para ver la diferencia".
A veces hay que escoger entre quedarse y sufrir o irse y empezar otra vez....
Primero que nada sabemos que las relaciones no se acaban de un día para otro, aunque a veces así lo parezca. Van sufriendo un deterioro lento y puede ser un proceso de meses y muchas veces de años antes de que nos podamos dar cuenta de la situación o queramos afrontarla. Ojala nos pudiéramos dar cuenta cuando empieza el deterioro, pero el problema es que normalmente lo percibimos hasta que ya estamos muy metidos en el pantano, cuando ya es muy difícil de recuperar, cuando ya esta muy "rota" la relación, cuando ya hay rencores, pleitos, indiferencia, etc y por eso es importante procurar y alimentar una relación para no empezar a caer en el espiral del descenso, que difícilmente tiene regreso.
Hay ciertas cosas que marcan o definen cuando una relación esta rota, como las constantes faltas de respeto, o cuando la comunicación o las conversaciones son, en su mayoría, discusiones sin ganas de resolver y solo con intención de "ganar", cuando ya no hay contacto físico o cuando el sexo es escaso o aunque haya sexo ya no hay besos, cuando hay poca tolerancia por los comentarios o la forma de ser de nuestra pareja, cuando el compromiso ya nos parece obligación, cuando lo único en común son los hijos, la casa, los años juntos, las familias políticas, cuando ya ninguno quiere ceder o piensa que el otro es el culpable o el responsable de que el matrimonio o la relación este mal, cuando estamos molestos todo el tiempo, cuando dejamos de reírnos juntos, cuando buscamos cualquier pretexto para ya no estar en casa, cuando hay infidelidad, cuando empiezan a tomar decisiones cada uno por su lado, cuando dejan de ser equipo, cuando deja de haber complicidad, cuando hay indiferencia, cuando las únicas actividades que buscan son con los hijos o con la familia y no como pareja, cuando pasan mucho tiempo separados y/o cada uno haciendo sus actividades, cuando piensan que la razón de seguir juntos debe ser "la familia" o cuando uno de los dos ya se rindió.
Nadie debe salirse de una relación marital y familiar sin antes hacer todo lo posible para que funcione, pero nadie debe quedarse en una relación marital solo por conservar a la familia. Al final los hijos se van y harán su vida y nuestra "familia" será nuestra pareja y debemos poder compartir la vida con esa persona cuando los hijos no estén. Esta es una de las crisis más comunes que enfrentan las parejas que en realidad ya no son parejas, solo son familia y son padres de sus hijos. Cuando los hijos empiezan a ser adolescentes y empiezan a tener su propia vida y actividades, se van a estudiar fuera, ya tienen planes los fines de semana o se van de fiesta con sus amigos y ya poco pelan a los papas, de repente el papá y la mamá se ven solos (sin hijos) y se ven forzados a empezar a hacer una vida de pareja otra vez que en la mayoría de los casos ya se perdió (si es que la hubo) y ni siquiera se dieron cuenta ni cuando ni dónde, ya no se conocen o se conocen poco, se voltean a ver y se dan cuenta que ya cada uno tiene sus actividades y que ambos han cambiado y que más allá de ir juntos a la boda o a la comida y a los eventos sociales, en realidad ya tienen poco que platicar y que compartir y cuando están solos ya medio se estorban el uno al otro. Esto pasa constantemente y por eso se dan tantos casos de divorcios después de 20 o 25 o 30 años de casados.
¿Me quedo o me voy? Es la pregunta difícil... hay muchos que saben y están convencidos o convencidas que se deben ir, que ya no quieren estar, pero es un proceso tan difícil y un trago tan amargo el salirse de su casa y sentir que huyen, o que fracasan, o que son los culpables, o que están tirando la toalla que no es nada fácil hacerlo, buscan todos los pretextos para no hacerlo y a veces prefieren hacer cosas para que el otro los "corra" o se vaya y no sentir que cargan con la responsabilidad de lo que implica tomar la decisión de dejar a la familia o al matrimonio. Otros quieren comprar tiempo, y piensan que mejor después de Navidad, después del viaje, después de...lo que sea.....creyendo que es el tiempo por si mismo el que lograra que mejoren las cosas cuando en verdad para que las cosas cambien se necesita tomar acción, hacer cambios de ambas partes, porque la dinámica de una pareja es el resultado de los comportamientos de los dos, para que en el resultado haya cambios se requiere que las dos partes cambien. Otros quieren quedarse, no quieren terminar la relación por los hijos, por la desidia de volver a empezar, por no pasar por no enfrentar al demonio del divorcio, por no sentir que fracasaron, pero se quedan y no hacen nada, creen que solito todo cambiará, y cuantas veces hemos escuchado el dicho que dice "Si continúas haciendo lo mismo, tendrás los mismos resultados", otros dicen "yo no he cambiado, el que cambio fue el (o ella)", pues les tengo noticias, la gente cambia, la vida cambia, las circunstancias cambian y si no cambiamos nosotros con ellos perdemos la capacidad de adaptación y nos quedamos soñando con una relación que era pero ya no es y que ya no volverá a ser igual.
He visto parejas que desde mi punto de vista se divorcian aparentemente por nada de fondo, y otras que si parecen tener muchos problemas y se llevan poco o mal y solo se relacionan a gritos o tienen problemas de adicciones (alcohol, drogas, abusos emocionales, etc) y aún así no se separan...tengo entendido que normalmente estas adicciones provocan relaciones de codependencia lo cual es otro gran problema, pero ya de psicólogo...fuera de mi conocimiento y entendimiento...Así que siempre regresaremos a que cada pareja es un universo y que muchas veces aunque se separen no era necesario haberlo hecho y que otras aunque sigan juntos, están muy lejos de poder decir que sean una pareja... A veces creen que porque están juntos no han fracasado y hay muchas que quedándose fracasan más que las que tienen el valor de salirse.
Un amigo me decía hace poco..."Cuando la taza se rompió, ya es muy difícil pegarla, lo puedes intentar pero siempre estará parchada y será un punto débil de la relación, con cualquier toque se volverá a romper". Hay tazas que se caen muchas veces y no se rompen, cayeron bien, cayeron en blandito, etc, pero una vez rota....creo que si es difícil...Esto no quiere decir que no haya muchos que no sigan juntos después de haberse roto, lo que quiero decir es que muy pocos siguen juntos bien, después de haberse roto...Casi siempre siguen por un tiempo pero esa fractura puede ser el inicio del fin.
Como dicen..."Vida, dame la fortaleza para cambiar lo que puedo cambiar, la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar y la sabiduría para ver la diferencia".
A veces hay que escoger entre quedarse y sufrir o irse y empezar otra vez....
lunes, 8 de agosto de 2016
Las relaciones de "rebote"
Siempre he creído que escoger a la persona que nos acompañe "para siempre" a los 25,28 o 30 años es prácticamente imposible, hay algunos que simplemente le "atinaron" y otros que se "aguantan" con tal de no separarse o volver a empezar y algunos otros que si pudieron entender como crecer juntos.
Yo no se si separarse o divorciarse esta bien o esta mal, cada uno sabrá lo que quiere, lo que aguanta y como quiere vivir, lo que si se es que las separaciones y los divorcios suceden constantemente y que estas personas se enfrentan con una segunda oportunidad de escoger a alguien para compartir la vida.
¿Cuándo se termina una relación? Uno puede leer, preguntarle a sus amigos y familiares, ir a terapia, etc, pero la respuesta la sabemos siempre en nuestro interior, siempre sabemos cuando hay algo más que hacer y cuando ya no hay más que la retirada, nos hacemos tontos esperando a que pase el cumpleaños, las vacaciones, el domingo, la comida del abuelo, etc, esperando a que algo cambie y que mágicamente se arregle el conflicto pero en realidad sabemos cuando ya estamos en horas extras y si no estamos haciendo nada pro activo para que la situación cambie y mejore ya solo estamos prolongando la agonía.
Ya te separaste, ya tuviste una gran experiencia (para mi no es un fracaso), ya compartiste con una persona 10, 15 o 20 años, seguramente tuviste hijos y formaste una familia, ya aprendiste (se supone) de lo que te gusta o no en una pareja, de quien eres tu, de como te gusta vivir y como quieres vivir ahora si "el resto de tu vida" y sobre todo con que tipo de persona quieres estar. Habrá algunas personas que ya no quieran buscar otra relación y solo se dediquen salir con quien se les atraviese y no volver a comprometerse, pero la realidad es que la mayoría de las personas vuelven a buscar una relación, una compañía y una pareja. La vida solo no esta nada mal pero nadie puede negar que la vida acompañado de la persona correcta (conste que no dije "perfecta") ¡es mucho más divertida!
Existe una inmensa controversia sobre cuando buscar una pareja después de que te separas o te divorcias, y hay tantas diferentes respuestas como preguntas y aunque la mayoría de los psicólogos recomiendan que haya un periodo de duelo y te sugieren estar solo mientras te recuperas y te vuelves a "armar y a re construir" ya que una separación "te desarma y te destruye", a la hora de la practica sucede de todo, unos si se quedan solos y le hacen caso al pie de la letra a las teorías, otros leen, van a terapias, cursos, otros escogen distintas religiones, mantras, temas espirituales, energéticos, deportes, otros viven y se responden conforme les dicte su corazón, etc, pero lo importante es que no importa cual camino escojan, todos salen airosos del trago amargo, unos más rápido que otros, pero todos salen.
Esto que sugieren de esperar un tiempo antes de volver a tener una relación tiene obviamente su razón de ser... Romper una relación, un matrimonio, una familia, un compromiso, es un evento doloroso, es un evento que te cambia, te cuestiona, te dobla, que puede acabar con tu auto estima, con tu seguridad, con quien eres tu en ese momento, sin embargo de todas las personas divorciadas que conozco, no hay una sola que no este bien una vez superado el vía crucis. Algunos lo decidieron ellos mismos, otros lo decidieron por ellos, pero al final todo se acomoda y todo mejora, porque si se separaron es que algo o mucho no estaba bien y si uno entiende que la felicidad del ser humano depende de su capacidad de adaptación al cambio entenderá que siempre estará mejor una vez superada la etapa difícil, pero para mi no hay nada más difícil que estar en una relación dónde uno ya no quiere estar.
¿Qué tanto tiempo después puedo o debo o quiero estar con alguien? Es la pregunta que todos se hacen.....Depende de la personalidad y del carácter que cada uno tenga para resolver conflictos, depende de su apego o desapego, de su capacidad para adaptarse a los cambios y a su realidad actual, depende cuanto tiempo llevaba mal la relación, depende de si querías o no la separación (al que no la quiere le cuesta más trabajo, para el que la quiere es un respiro de libertad). Yo he visto de todo, el que llora, se culpa y le cuesta mucho trabajo y tiempo el dejar ir, el que parece que no paso nada y regresa a la vida rápidamente y su duelo lo vive de forma más privada o fue viviendo el duelo durante la decadencia de la relación, el que parece que esta bien pero aún separado no se anima a divorciarse por años (y esto significa que no quieren dar carpetazo al tema y siguen ahí medio colgados), el que se refugia en la fiesta, los mil y un hook ups, los antros y el alcohol, el que se aísla, el que se mete al deporte de largas distancias para lograr lo que dice Emmanuel "Quiero dormir cansado..."en fin, hay de todo! Definitivamente cada uno encuentra su propio proceso de olvido y de superación y dependiendo de la combinación de estas cosas será el tiempo o el momento de buscar una nueva pareja.
Pero que pasa si cuando estas en medio del momento de turbulencia te encuentras a una persona que para ti vale la pena (considerando que a esta edad ya se supone que sabemos lo que queremos), ¿lo dejas ir porque este no es el "momento correcto"? o ¿te avientas al ruedo aún sabiendo que esta en un momento de confusión y que las probabilidades de éxito son bajas?
Gran parte de las relaciones que suceden pos divorcio o pos separación de una relación significativa son lo que llaman "de rebote", son de red salva vidas, de emergencia, de desesperación, porque normalmente nos dejamos ir con la primera persona que se nos atraviesa aunque no tenga nada que ver con nosotros, solo porque andaba por ahí perdida alrededor, y justo por la desesperación de no estar solos o de tratar de olvidar el dolor y la perdida nos apresuramos a entrar a una relación rápidamente con cualquiera y nos colgamos de la relación como si fuera el único oasis en el Desierto y por ello estas relaciones normalmente fracasan, porque cometemos el error de escoger a una persona por razones incorrectas y lo hacemos con mucha intensidad y con gran desesperación. Si por lo general es un error el ir rápido en una relación, cuando lo hacemos con alguien que esta atravesando un momento difícil es todavía más complicado, así que si no abordamos esta relación con la paciencia y el espacio correcto para que la persona que esta pasando por el divorcio se equilibre, esta relación tenderá al fracaso.
A estas alturas de la vida, lo primero que no debemos tener es prisa, si le vamos a dar la oportunidad a una relación con alguien que esta en proceso de duelo, vamos a tomarlo con calma y aprovechar este tiempo para realmente conocer bien a la persona y darle mucho espacio para que trabaje su perdida o su dolor o sus temas legales y emocionales con ex esposa (o) y con sus hijos y para que su vida se re acomode como soltero (a) otra vez. Este periodo de tiempo nos servirá para conocernos mucho más a fondo y realmente darnos cuenta si esta persona es con quien queremos y podemos compartir la vida o no y que no sea una relación de desesperación. Hay que darle suficiente tiempo para asegurarnos de que no es tan solo una desesperación de no estar solo o una necesidad de tener de quien colgarse.
Una relación en estas circunstancias puede funcionar si se siguen los pasos correctos. Primero que nada es importante recordar que no es conveniente involucrarse en ningún compromiso hasta que las aguas se calmen, limítense a salir cuando se pueda, a pasarla bien, a reírse y cuando la persona afectada no tenga ganas o este enojada o triste o no tenga ganas de salir, déjenla ser y salgan con otras personas, con amigos, tomen un viaje, concéntrense en la relación y no en lo que va a pasar después, disfruten el día a día sin pensar a dónde los va a llevar, dejen que la persona resuelva su conflicto y no quieran resolverlo ustedes, no opinen salvo que les pidan su opinión y limítense a ser objetivos en sus opiniones, denle tiempo al tiempo, denle tiempo a sanar las heridas, denle tiempo a la vida. El tiempo nos dará una respuesta para no equivocarnos, si le damos oportunidad.
Las estadísticas dicen que estas relaciones tienen pocas probabilidades, pero hay muchas cosas en la vida que también las tienen. Hoy por hoy el índice de divorcio es más del 50% (y estas no son relaciones de rebote) y del 50% restante, solo el 20% tienen una relación real de pareja y no por eso los matrimonios disminuyen, las personas se siguen casando y lo siguen intentando, porque el día que lo dejemos de intentar, se acabaría una de las mayores ilusiones del ser humano que es el amor y la pareja. Para evitar el divorcio las personas ahora se casan con más edad, viven y viajan juntos antes de casarse, lo piensan más, salen con más personas, comparan antes de tomar la decisión y toman medidas para evitar llegar al divorcio, ¡pero no dejan de intentarlo! Simplemente lo intentan de una forma más informada, más madura y más preparada. Para estar en una relación con alguien que esta en proceso de una separación o de un divorcio debes ir muy despacio, utilizar mucho la inteligencia y el sentido común, no dejar tu vida a un lado, no tener muchas expectativas a corto plazo, dar mucho espacio y tiempo a la persona afectada, darte pausas cuando lo requieras y sobre todo no meterte en una relación comprometida hasta que la turbulencia pase y se puedan dar cuenta de que realmente hay fondo en la relación y de que no es una relación de "necesidad" si no de "decisión mutua". Todas estas cosas no son garantía de que no fracase la relación pero te ayudarán a jugar la apuesta con más elementos a tu favor...Solo fracasa o lo logra el que lo intenta...siempre pueden no intentarlo...
Pero para mi, ¡es mejor perder que nunca intentarlo!
jueves, 9 de junio de 2016
Todos te van a decepcionar
Leí un artículo que alguien me mando con un concepto muy interesante sobre las relaciones y con un principio con el que yo comulgo desde siempre.
Sabemos de sobra que la pareja perfecta no existe y que siempre nos vamos a equivocar a la hora de elegir con quien compartir la vida, solo habrá que tratar de ver con quien nos equivocamos menos.
Es una decisión muy difícil el elegir compañero de viaje de vida, y además es muy circunstancial, probablemente no escogeríamos lo mismo a los 50 que lo que escogimos a los 20 o 30. Sin embargo no importa a que edad escogimos y bajo que circunstancias lo hicimos (porque nos sentíamos solos, porque ya es hora de "sentar cabeza", porque es hijo (hija) de los amigos de mis papas, porque la (lo) conozco desde hace mucho, etc). No importa a quien escojamos, eventualmente todos nos van a hacer enojar en algún momento, y nosotros vamos a hacer enojar a la persona también, nos van a decepcionar, a lastimar (sin intención) y que nosotros haremos lo mismo y sobre todo habrá muchos momentos y muchas decisiones en las cuales no vamos a coincidir ni a estar de acuerdo.
Hay que dejar de buscar a esa persona (inexistente) con la que estemos de acuerdo en todo o coincidamos en todo o seamos compatibles en todo, debemos buscar a aquella persona con la que podamos negociar las diferencias de manera inteligente y pacífica, debemos tratar de encontrar a aquella persona que sepa estar bien aún cuando no estemos de acuerdo, que tenga la suficiente inteligencia para tener pleitos o problemas constructivos, que si no tiene la razón sepa aceptarlo, que sea un desacuerdo en el que aunque al final no coincidamos que sepamos respetar con el corazón e intentar entender (o al menos conocer) las razones de porque piensa o siente de tal o cual forma y porque toma ciertas decisiones y alguien que sepa hacer sentir al otro que no importa que tan en desacuerdo estén en algún punto eso no significa que lo queramos menos.
En lugar de buscar a la persona "perfecta", debemos buscar a la persona que tenga la capacidad de tolerar las diferencias con generosidad y comprensión y hasta con sentido del humor si es posible.
Hace tiempo platicaba yo con alguien acerca de que es muy fácil estar bien con casi cualquiera cuando todo es diversión, cuando hay medios económicos y cuando las cosas van bien pero en realidad la fortaleza de la pareja se prueba con los problemas y yo siempre decía que había que escoger a la persona con la que te puedas pelear sin que te deje un mal sabor de boca, con la que aún en pleito puedas diferenciar entre lo que sientes y lo que los une y el problema que tienen que resolver, alguien que no grite, que no te critique, que sepa compartir su sentir sin reclamar, alguien con quien te sientas confiado de equivocarte y de expresar tus razones por más tontas que puedan parecer y que no se va a burlar de ti ni lo van a utilizar en tu contra, que no se desvíe del problema del momento y no aproveche esa circunstancia para sacar todas las frustraciones de los últimos 15 años.
A la hora de escoger pareja, escoge a alguien con quien puedas tener un buen pleito porque la compatibilidad es un logro del amor y la comprensión entre dos personas.
miércoles, 27 de abril de 2016
Las 4 C del amor
La respuesta correcta y la solución a los problemas de las parejas seguirán siendo un misterio para todos, y mientras no exista una respuesta concreta o una solución específica, todos seguiremos intentando descifrar la fórmula perfecta para el misterio de hacer funcionar una relación.
Y yo seguiré escribiendo sobre ideas, vivencias, y cosas que aunque no resuelvan el tema por completo, ayudan a poner una pieza más al rompecabezas de las complejas relaciones humanas en pareja.
¿Porqué hay tanta gente soltera o con miedo al compromiso? Creo que la respuesta no es que no quieran estar en pareja o que le tengan miedo al matrimonio, creo que a lo que le tenemos miedo es a un mal matrimonio o a una mala relación, y como en general crecemos y vivimos con un gran desconocimiento de quienes somos y que queremos y que es una pareja pues por ende creo que la mayoría escoge como compañero de vida a la persona equivocada y por ello acabamos teniendo una mala relación o simplemente acabamos con una relación que aunque no es mala no era lo que queríamos. A pesar de ser una de las mayores decisiones de la vida, la solemos tomar a una edad muy temprana y tal vez cegados con el enamoramiento por lo que escogemos una pareja con las bases equivocadas, y el problema es que con los años, esta falta de experiencia y de madurez para tomar dicha decisión nos termina pasando una factura muy cara.
Es recomendable que antes de comprometerse con alguien debemos asegurarnos que exista una sólida compatibilidad en la parte física, en la emocional, en la espiritual y en la intelectual. Existe, entre tantas otras cosas, una teoría llamada "La teoría de las 4 C", que es un test o prueba de compatibilidad que nos puede ayudar a verificar si existe una verdadera afinidad con quien deseamos escoger como compañero de viaje de vida. El objetivo de esta prueba es servir como marco de referencia para buscar una reflexión más profunda a la hora de escoger con quien complementarnos.
La primera C tiene que ver con la compatibilidad física y se refiere a la cama, al sexo, a la atracción y aunque es una parte física tiene también mucho que ver con la química que se da entre dos personas y que es una reacción involuntaria, la química se da o no se da y es muy importante que exista esta pasión, esta atracción para poder gozar a la pareja en el plano sexual ya que como dice la canción de Silvio Rodriguez "Muchas veces te dije que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien, que a esta unión de nosotros le hacía falta carne y deseo también, que no bastaba con que me entendieras y que murieras por mi, que no bastaba que en mis fracasos yo me refugiara en ti". Hacer el amor con deseo y pasión refuerza el vínculo de pareja. Es un hecho que el sexo es uno de los pegamentos que mantienen más unidas a las parejas.
La segunda C se refiere al corazón, a la compatibilidad emocional, al cariño, al contacto físico pero no al sexual. Se refiere a darse la mano, abrazarse, besarse, sonreír, divertirse, contarse las anécdotas del día, compartir momentos y actividades y a pensar en la persona cuando nos sucede algo emocionante o divertido y utilizar esta ternura como otro vínculo de unión de pareja. Encontrar en tu pareja a tu mejor amigo es otro pegamento fuerte que mantiene unidas a dos personas.
La tercera C se refiere a la cabeza y tiene que ver con la compatibilidad intelectual, el tener filosofías de vida parecidas, educaciones similares, ética y valores en común, prioridades que nos identifiquen, sentir que podemos platicar con esa persona de cualquier tema, el poder entendernos, respetarnos y comulgar en ideas y pensamientos y formas de vida para poder mantener una solidaridad y una complicidad.
La última C es la conciencia y tiene que ver con la compatibilidad espiritual, la que nos ayuda a ser mejores seres humanos si estamos con esta persona, a la de creer en la trascendencia de la vida, de la familia, de la pareja, de los sueños. Estar con una persona que nos enseña o que aprendemos de ella y que nos motiva a ser mejores seres humanos y no porque lo intente si no simplemente porque su forma de ser nos inspira a ser mejores. Se refiere a compartir, entender y respetar valores, necesidades, miedos y motivaciones para poder construir un modo de vida afín con prioridades similares. Poder comunicarse con alguien es de suma importancia ya que esto simplifica el poderse poner de acuerdo y hacer pactos de vida y de convivencia.
Como siempre el amor es una cuestión más de intuición que de razón, así que habrá que elegir con el corazón pero de forma consciente.
Y yo seguiré escribiendo sobre ideas, vivencias, y cosas que aunque no resuelvan el tema por completo, ayudan a poner una pieza más al rompecabezas de las complejas relaciones humanas en pareja.
¿Porqué hay tanta gente soltera o con miedo al compromiso? Creo que la respuesta no es que no quieran estar en pareja o que le tengan miedo al matrimonio, creo que a lo que le tenemos miedo es a un mal matrimonio o a una mala relación, y como en general crecemos y vivimos con un gran desconocimiento de quienes somos y que queremos y que es una pareja pues por ende creo que la mayoría escoge como compañero de vida a la persona equivocada y por ello acabamos teniendo una mala relación o simplemente acabamos con una relación que aunque no es mala no era lo que queríamos. A pesar de ser una de las mayores decisiones de la vida, la solemos tomar a una edad muy temprana y tal vez cegados con el enamoramiento por lo que escogemos una pareja con las bases equivocadas, y el problema es que con los años, esta falta de experiencia y de madurez para tomar dicha decisión nos termina pasando una factura muy cara.
Es recomendable que antes de comprometerse con alguien debemos asegurarnos que exista una sólida compatibilidad en la parte física, en la emocional, en la espiritual y en la intelectual. Existe, entre tantas otras cosas, una teoría llamada "La teoría de las 4 C", que es un test o prueba de compatibilidad que nos puede ayudar a verificar si existe una verdadera afinidad con quien deseamos escoger como compañero de viaje de vida. El objetivo de esta prueba es servir como marco de referencia para buscar una reflexión más profunda a la hora de escoger con quien complementarnos.
La primera C tiene que ver con la compatibilidad física y se refiere a la cama, al sexo, a la atracción y aunque es una parte física tiene también mucho que ver con la química que se da entre dos personas y que es una reacción involuntaria, la química se da o no se da y es muy importante que exista esta pasión, esta atracción para poder gozar a la pareja en el plano sexual ya que como dice la canción de Silvio Rodriguez "Muchas veces te dije que antes de hacerlo había que pensarlo muy bien, que a esta unión de nosotros le hacía falta carne y deseo también, que no bastaba con que me entendieras y que murieras por mi, que no bastaba que en mis fracasos yo me refugiara en ti". Hacer el amor con deseo y pasión refuerza el vínculo de pareja. Es un hecho que el sexo es uno de los pegamentos que mantienen más unidas a las parejas.
La segunda C se refiere al corazón, a la compatibilidad emocional, al cariño, al contacto físico pero no al sexual. Se refiere a darse la mano, abrazarse, besarse, sonreír, divertirse, contarse las anécdotas del día, compartir momentos y actividades y a pensar en la persona cuando nos sucede algo emocionante o divertido y utilizar esta ternura como otro vínculo de unión de pareja. Encontrar en tu pareja a tu mejor amigo es otro pegamento fuerte que mantiene unidas a dos personas.
La tercera C se refiere a la cabeza y tiene que ver con la compatibilidad intelectual, el tener filosofías de vida parecidas, educaciones similares, ética y valores en común, prioridades que nos identifiquen, sentir que podemos platicar con esa persona de cualquier tema, el poder entendernos, respetarnos y comulgar en ideas y pensamientos y formas de vida para poder mantener una solidaridad y una complicidad.
La última C es la conciencia y tiene que ver con la compatibilidad espiritual, la que nos ayuda a ser mejores seres humanos si estamos con esta persona, a la de creer en la trascendencia de la vida, de la familia, de la pareja, de los sueños. Estar con una persona que nos enseña o que aprendemos de ella y que nos motiva a ser mejores seres humanos y no porque lo intente si no simplemente porque su forma de ser nos inspira a ser mejores. Se refiere a compartir, entender y respetar valores, necesidades, miedos y motivaciones para poder construir un modo de vida afín con prioridades similares. Poder comunicarse con alguien es de suma importancia ya que esto simplifica el poderse poner de acuerdo y hacer pactos de vida y de convivencia.
Como siempre el amor es una cuestión más de intuición que de razón, así que habrá que elegir con el corazón pero de forma consciente.
lunes, 11 de enero de 2016
Tipos de amor
Leí un artículo que me pasaron y que me pareció interesante y muy relacionado con los temas que me interesan, y este fue el que me motivo a escribir sobre este tema de los tipos de amor. Además coincido con lo que dice y de paso me ayudo a encontrar respuestas a algunas dudas sobre como mejorar la relación de pareja.
Este artículo dice que existen 3 clases de amor: el romántico, el del deseo y el del apego o unión sentimental. El amor romántico y el deseo normalmente van muy conectados, son naturales pero duran poco, el que dura más y es más fuerte es el apego.
El amor romántico es cuando alguien nos llama la atención, soñamos con la persona, nos ilusionamos al salir, al darle la mano, hay atracción física, nos gusta salir y estar con la persona pero tal vez en el transcurso del tiempo y de la relación nos damos cuenta que no somos tan compatibles en ideas, en sentimientos, en momentos, en lo que queremos o esperamos de la vida y de una relación y la comunicación espiritual y profunda no necesariamente se va a dar. Cuantas relaciones no intentamos con mucha ilusión para después de unos cuantos meses darnos cuenta que vamos por caminos separados y que por mucho romanticismo que exista, el enlace emocional no se esta formando, por lo que hasta ahí llega el intento.
El deseo es la atracción química, un poco la lujuria, el sentir que necesitamos estar con la persona, tocarla, sentirla y sobre todo encamarla. Puede haber esta atracción química con personas que no tengan nada que ver con nuestras vidas, pueden estar casados, pueden no hablar nuestro mismo idioma pero la atracción química es instintiva, es carnal, es algo que se siente y que no se siente con todo el mundo pero tampoco quiere decir que por sentirlo con alguien, esta persona pueda ser tu pareja.
La unión sentimental o apego es el más profundo de los amores, es cuando ya se trascendió más allá de la parte física y química, es cuando se ha generado una compatibilidad de metas, de formas de ver la vida, se ha formado un compromiso de caminar juntos, de entendimiento y de complicidad, es cuando ya son un equipo en la vida y es la que puede hacer trascender a una pareja, pero viene con una necesidad de seguridad emocional que los otros dos no requieren.
Normalmente una relación inicia con deseo y romanticismo que es una parte instintiva de atracción y es completamente normal. La unión sentimental se forma con el tiempo, con la comunicación, al compartir experiencias y con el entendimiento y la compatibilidad. El deseo y el romanticismo van y vienen en una relación. A veces hay más deseo, y por etapas puede disminuir, a veces hay romanticismo y a veces no tanto, pero mientras exista apego o vínculo emocional, las otras dos son fáciles de re encontrar, cuando solo hay romanticismo o deseo, el vínculo emocional no necesariamente se va a dar.
Es un hecho que para que un amor dure y tenga una buena base se requiere de un balance entre los 3 pero el que realmente sostiene a la pareja y le da la estabilidad y la duración es la unión sentimental, sin embargo esta siempre lleva la necesidad de creer o saber que se cuenta con la pareja para apoyo moral, sentimental y emocional y esa es la parte difícil del tema ya que la relación se vuelve más resistente por un lado, pero por el otro se vuelve más sensible a cualquier situación o problema. Por esto es que se complica el sentir y las emociones y hay más pleitos y malos entendidos y se complica a veces el entendernos, porque los problemas ya no solo tienen un lado racional, si no que se vuelven muy emocionales y es por esto también es que duele una infidelidad o cuando la pareja te ignora o te contesta mal, porque sientes que se pone en riesgo esa intimidad, esa seguridad y esa complicidad que tanto trabajo y tiempo te han costado y que piensas y sientes que solo tienes con tu pareja,
Por otro lado, cuando perdemos romanticismo y deseo también se complica el asunto ya que la sensación que da el "sentirse enamorado" o el "deseo" por una persona son como drogas que nos dan una sensación de bienestar y de alegría instantáneas y cuando se cae en cierta rutina de pareja, aunque tengamos un vínculo emocional fuerte, de repente nos hace falta el "high" que nos da el conquistar, el enamorarte, el desear a alguien y el sentirte deseado y por esta razón creo yo que hay tanta infidelidad que no tiene como propósito el terminar la relación que tiene la persona ni significa que la persona no este contenta con su pareja, si no que solo esta buscando sentir ese deseo y ese romanticismo que nos mueve hasta la última de las neuronas y de las feromonas que tiene nuestro ser.
Por último hay que recordar como sucede el amor... Nadie planea el enamorarse, simplemente sucede. Nadie permanece enamorado por casualidad, es porque lo deciden y se comprometen a lograrlo y nadie se desenamora por casualidad, es porque así lo escogieron y lo dejaron morir. El amor verdadero es algo que decidimos y escogemos, es un compromiso de voluntad para querer estar, es un plan de vida y no es solo un sentimiento de euforia momentánea. Así que un plan para permanecer enamorado es el tratar de buscar que nuestra relación siempre tenga un buen equilibrio entre el romanticismo, el deseo y el vínculo emocional.
Este artículo dice que existen 3 clases de amor: el romántico, el del deseo y el del apego o unión sentimental. El amor romántico y el deseo normalmente van muy conectados, son naturales pero duran poco, el que dura más y es más fuerte es el apego.
El amor romántico es cuando alguien nos llama la atención, soñamos con la persona, nos ilusionamos al salir, al darle la mano, hay atracción física, nos gusta salir y estar con la persona pero tal vez en el transcurso del tiempo y de la relación nos damos cuenta que no somos tan compatibles en ideas, en sentimientos, en momentos, en lo que queremos o esperamos de la vida y de una relación y la comunicación espiritual y profunda no necesariamente se va a dar. Cuantas relaciones no intentamos con mucha ilusión para después de unos cuantos meses darnos cuenta que vamos por caminos separados y que por mucho romanticismo que exista, el enlace emocional no se esta formando, por lo que hasta ahí llega el intento.
El deseo es la atracción química, un poco la lujuria, el sentir que necesitamos estar con la persona, tocarla, sentirla y sobre todo encamarla. Puede haber esta atracción química con personas que no tengan nada que ver con nuestras vidas, pueden estar casados, pueden no hablar nuestro mismo idioma pero la atracción química es instintiva, es carnal, es algo que se siente y que no se siente con todo el mundo pero tampoco quiere decir que por sentirlo con alguien, esta persona pueda ser tu pareja.
La unión sentimental o apego es el más profundo de los amores, es cuando ya se trascendió más allá de la parte física y química, es cuando se ha generado una compatibilidad de metas, de formas de ver la vida, se ha formado un compromiso de caminar juntos, de entendimiento y de complicidad, es cuando ya son un equipo en la vida y es la que puede hacer trascender a una pareja, pero viene con una necesidad de seguridad emocional que los otros dos no requieren.
Normalmente una relación inicia con deseo y romanticismo que es una parte instintiva de atracción y es completamente normal. La unión sentimental se forma con el tiempo, con la comunicación, al compartir experiencias y con el entendimiento y la compatibilidad. El deseo y el romanticismo van y vienen en una relación. A veces hay más deseo, y por etapas puede disminuir, a veces hay romanticismo y a veces no tanto, pero mientras exista apego o vínculo emocional, las otras dos son fáciles de re encontrar, cuando solo hay romanticismo o deseo, el vínculo emocional no necesariamente se va a dar.
Es un hecho que para que un amor dure y tenga una buena base se requiere de un balance entre los 3 pero el que realmente sostiene a la pareja y le da la estabilidad y la duración es la unión sentimental, sin embargo esta siempre lleva la necesidad de creer o saber que se cuenta con la pareja para apoyo moral, sentimental y emocional y esa es la parte difícil del tema ya que la relación se vuelve más resistente por un lado, pero por el otro se vuelve más sensible a cualquier situación o problema. Por esto es que se complica el sentir y las emociones y hay más pleitos y malos entendidos y se complica a veces el entendernos, porque los problemas ya no solo tienen un lado racional, si no que se vuelven muy emocionales y es por esto también es que duele una infidelidad o cuando la pareja te ignora o te contesta mal, porque sientes que se pone en riesgo esa intimidad, esa seguridad y esa complicidad que tanto trabajo y tiempo te han costado y que piensas y sientes que solo tienes con tu pareja,
Por otro lado, cuando perdemos romanticismo y deseo también se complica el asunto ya que la sensación que da el "sentirse enamorado" o el "deseo" por una persona son como drogas que nos dan una sensación de bienestar y de alegría instantáneas y cuando se cae en cierta rutina de pareja, aunque tengamos un vínculo emocional fuerte, de repente nos hace falta el "high" que nos da el conquistar, el enamorarte, el desear a alguien y el sentirte deseado y por esta razón creo yo que hay tanta infidelidad que no tiene como propósito el terminar la relación que tiene la persona ni significa que la persona no este contenta con su pareja, si no que solo esta buscando sentir ese deseo y ese romanticismo que nos mueve hasta la última de las neuronas y de las feromonas que tiene nuestro ser.
Por último hay que recordar como sucede el amor... Nadie planea el enamorarse, simplemente sucede. Nadie permanece enamorado por casualidad, es porque lo deciden y se comprometen a lograrlo y nadie se desenamora por casualidad, es porque así lo escogieron y lo dejaron morir. El amor verdadero es algo que decidimos y escogemos, es un compromiso de voluntad para querer estar, es un plan de vida y no es solo un sentimiento de euforia momentánea. Así que un plan para permanecer enamorado es el tratar de buscar que nuestra relación siempre tenga un buen equilibrio entre el romanticismo, el deseo y el vínculo emocional.
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