martes, 6 de septiembre de 2022

¿Vale la pena la soltería a largo plazo? Desde la trinchera de la soltería

Me preguntaron, ¿Si lo volvieras a hacer, elegirías otra vez la soltería? Siempre he pensado y dicho que toda elección de vida que hagamos tiene un precio, ser soltero tiene un precio, casarse tiene otro, tener familia tiene otro y por supuesto, todo tiene sus pros y sus contras.

Hoy quiero hablar de la soltería a largo plazo, su costo, sus lecciones y sus pros y contras desde mi propia experiencia de soltera de largo plazo. Desde muy temprana edad decidí que la soltería era mi estado favorito, y aunque eso no me evito tener relaciones, unas más cortas y otras menos cortas, siempre tuve definido que para comprometerme requería sentir cosas que no sentí (sobra decir que ni sabía lo que quería sentir) y fui aprendiendo que uno encuentra lo que busca, yo no busque casarme, no lo encontré.

Las razones para escoger la soltería fueron varias, algunas externas y otras internas. Entre las externas estaba el que no viví con una imagen de pareja en mi casa ya que solo crecí con mi papá, además quien normalmente empuja y cuestiona a los hijos sobre pareja/matrimonio/hijos es la mamá y yo no tuve esto, luego resulta que tengo una personalidad que siempre se caracterizó por que no le gustaba hacer lo que todos hacían, a mí me gustaba cuestionarme el porqué de todo (hasta hoy), mi papá opto por ser soltero después de su divorcio e incansablemente hablaba de los beneficios de serlo (seguro para convencerse el y no necesariamente para convencerme a mí, pero termino por convencerme), y mi idea de la vida era viajar, trabajar, salir con quien quisiera y vivir todas las experiencias posibles y todo esto requería libertad absoluta y en ese entonces yo no veía que las relaciones proporcionaran esa libertad que yo quería. Las razones internas fueron el miedo al compromiso, el miedo a perder mi libertad y sin duda alguna la brutal ignorancia que yo sentía que tenía de no saber cómo ser pareja ni como construir una relación sana, divertida y de crecimiento de las cuales nunca vi muchas a mi alrededor.

Hoy tengo más de 50 (y más cerca de 60 que de 50), y aunque siempre escuche que a los 50 todo cambia, más bien yo diría que a los 50 (tal vez algunos un poco antes y algunos otros después) todo empieza a cambiar, nada sucede de un día para otro, pero si puedo decir que empiezan los cambios, creo que la mayoría son cambios muy agradables como el escoger y filtrar a las personas con las que realmente quieres estar, aprendes a decir que no sin mayor culpa, tomas mejores decisiones, hay más sabiduría en tu vida diaria, entiendes lo que es importante y lo que no, puedes resolver problemas con mayor facilidad, tienes mayor profundidad y entendimiento de la vida, ya sabes que hay pocas cosas que realmente son de vida o muerte, ya sabes que en el trabajo no pasa nunca nada aunque no contestes todas las llamadas, ya andas por la vida con más tranquilidad y con mayor temple. Sin embargo, también hay algunas difíciles como el aceptar que uno ya es "Señor" o "Señora" y ya nadie te dice "joven" o "Señorita" o "el chavo o la chava esa", que los niños te ven muuuuy adulto, que la piel cambia, que las arrugas empiezan, que te vuelves más lento, que ya no estas guapo ni guapa, sino que ahora "estas muy bien para tu edad", que no ves bien y hay que andar con lentes en todos lados, y que ya en lugar de chiflarte te ofrecen ayuda para cruzar la calle. Cómo mencione al principio, todo viene con un costo, la sabiduría, el temple y la tranquilidad vienen con arrugas y con un cuerpo más lento y menos ágil, y la belleza viene de otra forma.

La vida tiene sus etapas, la de la infancia y crecimiento dónde todo es jugar, pasarla bien e ir aprendiendo de la vida, después viene la etapa de la prisa y la lucha por lograr, trabajar, demostrar, comprar, tener, ahorrar, formar familia, es la etapa en dónde no tienes tiempo de nada, te la pasas persiguiendo algo, dinero, hijos, logros y no tienes tiempo ni de pensar quién eres o que quieres o hacia dónde vas. Luego empiezas a entrar al otoño de la vida y casualmente el otoño es mi estación favorita del año, es la etapa en dónde tus prioridades cambian, en dónde la inteligencia que te caracterizo se va convirtiendo en sabiduría, en dónde sigues aprendiendo, pero más tienes que enseñar, en dónde tienes que aprender a soltar quien eras (CEO, Director, papá o mamá de unos hijos que ya son independientes) e irte convirtiendo en lo que serás, ahora sí, el resto de tu vida, en dónde ya no eres el innovador, pero eres el "sabio", el de la experiencia, en dónde se te olvidan las cosas, pero entiendes lo que es importante, en dónde el tiempo transcurre distinto y la prisa se va perdiendo, en dónde tienes más pasado que futuro, en dónde hay más reflexión y más introspección, en dónde empiezas a hacer el recuento de tu vida, en dónde ya siempre vas a escoger convivir con tus amigos, con tu familia o con la gente que quieres antes que trabajar porque esto es lo que te vas a llevar, ya aprendiste que te acuerdas de las fiestas, de las reuniones, de los viajes, de las conversaciones, de las risas, y no te acuerdas de las veces que te quedaste a trabajar tarde ni de las juntas, aprendes a escoger las experiencias y las conexiones emocionales sobre cualquier otra cosa.

Ser soltera ha sido una estupenda decisión para mi hasta hoy, ya que de otra forma no hubiera podido llegar a ser lo que soy, ni tampoco hubiera aprendido lo que aprendí (seguramente hubiera aprendido otras cosas), pero sobre todo reconozco que yo no hubiera sido una buena compañera de vida antes, ya que además de no tener la voluntad, no tenía ni el conocimiento, ni la madurez, ni las herramientas para serlo, así que "so far, so good".

Y llegando al punto de si vale la pena la soltería en el largo plazo, que además siento que no debe mal confundirse con una pérdida de libertad, y desde mi trinchera, que es la de alguien que está ya un poco más allá de la mitad de su vida y que viene de ser "soltera comprometida" (es decir, soltera por convicción), puedo atestiguar que el costo de ser soltero se va incrementando con la edad y también noto que encontrar un compañero de vida y un cómplice de aventuras se va complicando, pero que sin duda alguna es una buena decisión tratar de encontrarlo o encontrarla. Creo que la vida compartida tiene un encanto distinto, que los tiempos difíciles se sienten menos y que los buenos se disfrutan el doble y que en el otoño de la vida, cuando ya no hay tanta prisa y ya aprendimos a disfrutar los momentos, cuando ya sabemos que nos queda menos de lo que ya vivimos, una relación sana, profunda y estable nos ayuda a tener dirección, motivo y nos da otra forma de disfrutar la vida.

Así que, esto es lo que yo le diría el día de hoy a cualquier persona que me lo pregunte: Escoge lo que te diga tu corazón. Haz todo lo que puedas hacer y vive todo lo que puedas vivir. No hagas nada porque todos los demás lo hacen. Encuentra siempre tu propia verdad y tus propias razones. Haz tu propio camino y encuentra tu propia filosofía, pero cuando llegues al otoño de tu vida, sin importar lo que hayas elegido antes, procura tener con quien compartir, procura encontrar a quien darle todo lo que eres y todo lo que has aprendido, procura compartirte y compartir la vida, porque no hay nada más satisfactorio que dar cuando puedes, tienes y quieres hacerlo, pero aprende a estar soltero también, porque no te deseo que jamás dependas de nadie en ningún sentido y porque si es necesario o es lo que eliges, lo debes saber hacer con convicción y plenitud. 

En realidad, en la vida hay tiempo para todo, hay tiempo de estar soltero y tiempo de estar con alguien, y hoy con lo vivido y lo no vivido y con la experiencia que he acumulado, puedo decirles que, en algún momento de la vida, el que cada quien elija, vale la pena encontrar lo que Hernaldo Zúñiga llama "Un amor fundamental".


miércoles, 25 de mayo de 2022

¿Cómo es una pareja exitosa?

¿Cuáles son las características que definen a una pareja exitosa y cómo las distinguimos? Probablemente habrá opiniones diversas en lo que cada uno considere “éxito” en una pareja, pero yo creo que unánimemente todos podríamos coincidir en que una pareja exitosa o armoniosa no depende del número de años que llevan juntos sino de cómo es su dinámica estando juntos. Yo creo que una buena pareja se “siente”, es decir, cuando estas y convives con ellos sientes y se nota en la complicidad que tienen, se nota en su forma de interactuar, la armonía no se puede ocultar.

¿De que depende lograr la armonía en una pareja? Depende, como siempre, de varios factores, y definitivamente es una combinación entre las personalidades y la madurez de ambos para darle prioridad a la relación y saber equilibrar las necesidades de cada uno.

De inició, y siempre lo he dicho, hay que saber escoger a la persona adecuada para cada uno de nosotros porque no importa que tan buena intención tengamos de formar una pareja, cuando escogemos mal, será muy difícil lograrlo. No podemos basarnos en la química, la atracción o el enamoramiento a primera vista ya que esto no dura más de un año y cuando esta sensación va pasando empezamos a ver la realidad y se nos quita el velo o la ceguera que nos provoca el “amor” y nos permite empezar a ver a la persona tal cual es, con sus defectos y con sus virtudes, así que antes de que pase este periodo de tiempo no hay que tomar ninguna decisión como casarse o irse a vivir juntos o juntar familias o cualquiera de esas cosas. Es un hecho que durante la fase del enamoramiento se producen ciertas hormonas que provocan que vayamos por el mundo en “la lela”, es la magia del enamoramiento, es la hormona del positivismo y de ver todo bonito, es cuando se dice que “el amor es ciego”, es cuando todos nos casaríamos con la persona con la que estamos en ese momento, pero como se ha dicho miles de veces, el amor no es suficiente y el enamoramiento no alcanza para formar una relación, y como yo digo, si el amor no alcanza en la primera vuelta que además esta el enorme proyecto de tener hijos y de formar familia, en la segunda vuelta nos alcanza mucho menos.

Básicamente todas las parejas con las que he platicado que son de segunda vuelta y que ya tienen de alguna forma una relación estable coinciden en que esta atracción de inicio o esa química no la sintieron con la pareja con la que están en esta etapa, al menos no de la forma en que la sintieron la primera vez cuando se casaron o en la forma en que ellos pensaban que debían sentir para iniciar una relación, todos se han referido más a haber sentido una atracción por la personalidad, por la actitud de la persona o por tener intereses en común. Por otro lado, todas las personas divorciadas con las que he platicado coinciden en que cuando han sentido esta química instantánea, este flechazo o esta atracción con alguien, en general no les ha durado mucho (solo unos meses), así que al parecer, en edad adulta despertamos más rápido del efecto de la “píldora del encantamiento” y esta etapa nos dura menos que cuando éramos jóvenes.

Así que para empezar no se requiere tener una química brutal con alguien para construir una buena relación, definitivamente se requiere sentir atracción por la pareja, pero no solamente atracción física, sino atracción hacia la persona como tal, a su personalidad, a su carácter y a lo que la define. Cuando tenemos compatibilidad y atracción hacia la persona, la atracción física aumentará, pero esto no sucede de la forma contraria. Cuantas veces hemos sentido una gran atracción física por alguien de inicio, pero conforme la empezamos a conocer más a fondo vamos perdiendo esa atracción porque su personalidad o su forma de ser y de vivir no son atractivos ni compatibles con nosotros y nos deja de atraer.

Y esto nos lleva a que las parejas exitosas no han basado su relación necesariamente en esta atracción o en esta química que a veces creemos que debemos sentir con alguien, la han basado en estar con alguien que está en una etapa de vida similar, en que comparten amigos, en que tienen actividades y pasatiempos en común, círculos sociales compartidos, intereses parecidos, formas de ver la vida similares, valores y educaciones parecidos, y que son cosas que la primera vez que lo intentaron no tuvieron o no encontraron con su pareja, y que esto ha sido la piedra angular sobre la que han construido una buena relación porque todo se simplifica cuando tienes todo esto en común.

Pero una vez que escogieron a alguien compatible han tenido que aprender cosas que, aunque hubieran estado en matrimonios o relaciones largas no habían aprendido o tenido que hacer anteriormente. Han tenido que aprender a negociar los tiempos juntos, han tenido que aprender a respetar a los hijos de ambos y la relación que cada uno tiene con ellos, han decidido no vivir juntos mientras los hijos no sean independientes, han conservado finanzas separadas, han dejado que cada uno viaje con sus hijos y pasen tiempo solos con ellos en lugar de querer estar presentes en todo momento, han aprendido que no todos los fines de semana ni todas las vacaciones ni todos los festejos los van a compartir y han aprendido a construir una relación fuerte sin haber construido familia con todos los retos y las novedades que esto conlleva.

Para estar y lograr trascender con su pareja han aprendido a darle prioridad a la relación, a darle un espacio exclusivo, que no esta antes que sus hijos pero que, si requiere un lugar y un respeto y que no debe darse como un hecho ni dejar en el lugar #10 de su lista de prioridades, han aprendido a cumplir acuerdos y a tratar de no cometer los errores cometidos en su matrimonio fallido. Ninguno quiere volver a fallar.

Algo que noto yo en estas parejas es que son como amigos, además de ser compañeros de vida y amantes, disfrutan la compañía del otro, se ríen y se divierten juntos, se emocionan al hacer planes, y cuando les sucede algo en su vida diaria, al primero que le quieren hablar para contarle es a su pareja, veo que son cariñosos, que se besan, se abrazan, se tocan, se hablan con cariño, se escuchan, se voltean a ver el uno al otro, veo complicidad y veo voluntad y estando con ellos siento que transmiten armonía y tranquilidad.

Esto es lo que yo creo que define a una pareja exitosa, lo cual no quiere decir que no tengan conflicto, si no que seguramente lo saben resolver. Noto que ambos son adultos maduros e independientes emocionalmente, no veo a ninguno dependiente o necesitado del otro, no veo chantajes ni actitudes pasivo-agresivas, ni burlas ni celos. Noto que tienen personalidades, planes y actividades propias, además de las compartidas, noto respeto por las ideas de cada uno aunque no estén de acuerdo, noto que se escuchan y no se interrumpen, noto que saben que juegan en un mismo equipo y que se defienden el uno al otro y sobre todo veo que hay una intención y un compromiso consciente de ambos para buscar que la relación funcione y perdure.

miércoles, 4 de mayo de 2022

¿Por qué los hombres hacen eso?

Hace unos días me llamo una amiga que normalmente lee lo que escribo y me pregunto qué porqué los hombres cometían tantos errores después del divorcio, y que porqué algunos estaban con mujeres muy jóvenes cuidando hijos que no eran suyos o embarazando a alguien y formando otra familia a sus 50 años o más. 

Me contó que había ido a comer con sus amigas de la universidad, y que se pusieron a platicar de los exes y se dieron cuenta que algunos de ellos habían hecho cosas “un poco ridículas” después del divorcio. Uno de ellos embarazo a una chava 15 años menor (el teniendo 53), se casaron, tuvieron otro hijo y media hora después se divorciaron y ahora está pasando aceite para mantener a dos familias y en medio de otro divorcio, otro se casó con una colombiana de “dudosa procedencia” que es 20 años menor y tienen un hijo de menos de 1 año cuando los de la primera camada tienen ya 25 y 27, se lo traen en friega y ve poco a sus hijos. Y el ex de mi amiga anda o sale con una chava 12 años menor que tiene hijos de 9, 12 y ahí anda toreando unos hijos que ni son suyos en lugar de aprovechar su edad y su libertad y estar viajando con alguien que pudiera hacerlo con él y haciendo actividades de adultos. Hace un par de fines de semana le dijo uno de sus hijos que la conoció porque se fueron a la casa de Malinalco y llevo a la chava con sus hijos y le dijo, "Qué onda con mi papá que lleva a una chava con dos hijos de esa edad, ni puede hacer lo que le gusta, ni pudimos hacer lo mismo que hacemos siempre, ni pudimos ver la película que queríamos, tuvimos que ver una película de niños, no pudimos regresarnos el lunes como siempre porque los niños tenían que llegar para la escuela y además una de ellas era bastante pesadita y se comportó como si estuviera en su casa y nadie le dijo nada. Ver a mi papá en esa situación de estar con unos niños de esa edad que ni suyos son y de no decirle nada a la niña pesadita, no me gustó, no quiero volver a ir con ellos, ¿Qué mi papá no piensa?”, obvio que le contestó “pregúntale a tu papá”.

Después de que me contó esto le di algunas razones de porqué suceden estas cosas y le prometí que le haría un blog dedicado a ella (y a sus amigas) dónde hablaría del tema porque si es un hecho que los hombres tienden a cometer más tonterías en sus relaciones después del divorcio. No todos los hombres hacen estas cosas, pero definitivamente si es algo que sucede mucho más frecuentemente con los hombres que con las mujeres.

Aquí va la explicación (sin justificar) de porque el hombre hace estas cosas que a las mujeres nos cuesta tanto trabajo entender ya que nosotras a esta edad y teniendo hijos, ni por error se nos ocurriría andar de nana o de mamá postiza de otros niños, a nosotras no nos da ningún orgullo andar con un chavito, de hecho, nos da más bien pena (aunque este buenísimo o guapísimo), y esto de andar con un colombiano de “dudosa procedencia” difícilmente la pasa a una mamá divorciada.

Una de las razones por las que esto les sucede más a los hombres es porque, como dice el hijo de mi amiga, “no piensan”, no piensan, no porque sean tontos (aunque a veces hagan tonterías) si no porque andan pensando en otras cosas y los hombres viven más en el momento presente y van haciendo camino al andar y cuando de relaciones románticas se trata se dejan llevar porque "esta guapa" o "esta buena" o porqué los amigos le dicen "que viejorron traes" y no se dan cuenta de todo el contexto y de las consecuencias que les puede traer esa relación y cuando se dan cuenta ya están metidos hasta el cuello y no saben cómo salirse.

Otra razón es porque muchas veces el hombre tiene enojo y coraje de la situación en la que está porque en general la mujer tomó la decisión del divorcio y esto le provoca tener el ego y el orgullo lastimados y en un afán de "joder" o de vengarse de la esposa buscan a una mujer joven para demostrarle a la ex (y a ellos mismos) que aún pueden ligarse (o comprar) a alguien con juventud y lo que al parecer no ven es que a la esposa le da más risa que otra cosa el verlos cuidando hijos ajenos o cambiando pañales a los 50 y el otro factor que no consideran es que sus hijos difícilmente van a querer convivir mucho con esa circunstancia que están escogiendo de estar con otros hijos que son más jóvenes que ellos y que cambia la dinámica de adultos que ya tenían.

Está comprobado que el hombre se desestabiliza más que la mujer después de un divorcio y tarda más en recuperarse, esto se debe (entre otras) a que casi siempre es el hombre el que se sale del hogar y se va a un lugar de “mientras” o de “emergencia”, a veces con algún amigo, algún hermano o a un departamento rentado, y aunque algunos tienen la fortuna de tener un lugar propio dónde irse le sufren porque no tienen el calor de hogar, no tienen resuelto nada de la logística diaria de una casa (comida, tintorería, limpieza, etc.) y sobre todo no están sus hijos y se quedan sin la dinámica familiar diaria, y si a esto le agregamos que el hombre es más rutinario y su estabilidad emocional está completamente apoyada en la familia, podemos entender que al no tener esta brújula pierden dirección y se descontrolan y a veces este descontrol los lleva a tomar decisiones incorrectas por andar desesperados o por sentirse solos, por esto en general el hombre tiende más a las relaciones de rebote o a estar con quien sea con tal de no estar solos.

Como todo en la vida, el estar con alguien más joven tiene sus pros y sus contras y si alguien después de cierto tiempo de divorciado decide que esto es lo que le acomoda y que con eso estará contento no pasa nada, sin embargo lo que yo veo es que la mayoría está más atorado que contento cuando ha caído en una relación así, todos reniegan de los hijos de la otra persona, se quejan porque el círculo social de la pareja es de otra generación y están en otro rollo que no coincide con la etapa en la que ellos están, o que ella quiere salir a reuniones cuando ellos ya están casi esperando nietos y lo que quieren es paz y tranquilidad, tienen muchos roces por estar en distintas etapas de vida, ella cuidando adolescentes y el con adultos que quieren hacer cosas diferentes, pero no se animan a terminar porque les da miedo, porque no quieren volver a empezar y porqué además al hombre le cuesta mucho trabajo tomar esta decisión.

Hay una estadística que dice que si la diferencia de edad en parejas de segunda vuelta es de 10 años o más la probabilidad del divorcio o de una separación incrementa 39% (esto es en los casos que no comparten hijos) y si de por si la probabilidad de una separación en segunda vuelta anda sobre el 70% y le sumamos el 39% y ya nos quedó a deber la matemática.

Siempre habrá los casos que sean la excepción de la regla, y tal vez el estar con una mujer más joven los haga sentir que aún tienen juventud, tal vez les de motivación para mantenerse jóvenes, tal vez requieran o les guste el reconocimiento de los amigos diciéndoles que como consiguieron una "jovencita", o tal vez sientan que son más divertidas, que tienen menos arrugas o menos piel flácida, pero por el otro lado habrá que considerar que lo más probable es que una mujer con hijos jóvenes o semi adolescentes aún está buscando una figura paterna para sus hijos (aunque exista el papá) y un semi proveedor (es normal porque es la etapa de vida en la que están), está buscando remplazar al marido y quiere a alguien que haga el papel de esposo y no necesariamente está buscando una pareja o un cómplice de vida y esto provoca que los hombres tengan que adoptar ese rol de esposo y que no tengan la libertad de vida que ya deberían tener a esta edad (entre otros problemas). Si sus hijos ya son mayores, si les gusta viajar y la aventura, si no quieren que los traten de controlar, si quieren una vida con más tranquilidad y con menos complicaciones  y si ya van por nietos, el estar con alguien que tiene hijos chicos no será una decisión acertada, si no quieren cuidar hijos ajenos, ni regresar a una etapa que ustedes ya pasaron de recoger chavos en fiestas o de aguantar la adolescencia, tampoco será una decisión acertada, pero si ven poco a su familia y a sus hijos o si quieren sentirse otra vez en familia (aunque no sea la suya) o lo que quieren es la comodidad de que alguien les haga un hogar y no les importa estar con hijos que no son los suyos o si encuentran a alguien que no quiera o no tenga hijos, puede ser una decisión acertada.

Explique algunas de las razones por las que esto sucede para que las mujeres “medio” entiendan estas situaciones y si lo leen algunos hombres espero que piensen bien las cosas antes de tomar una mala decisión que les provoque consecuencias con sus hijos, con su economía y con ustedes mismos, porque estas relaciones que al principio pueden parecer divertidas y emocionantes, en poco tiempo les volteará la moneda y terminaran siendo como su matrimonio anterior, pero con hijos ajenos. Yo siempre les voy a recomendar que a esta edad busquen a alguien que este en la misma etapa de vida que ustedes y que o no tenga hijos o tenga hijos ya mayores e independientes porqué todo será mucho más sencillo y porqué lo último que ahora debemos buscar es tener complicaciones.


martes, 8 de marzo de 2022

El problema no esta en las relaciones

Los seres humanos casi siempre tienden a buscar respuestas fuera en lugar de ver hacia adentro y tienden a culpar a las circunstancias y a factores externos de las cosas que les suceden. Escucho que mucha gente esta frustrada porqué no logra encontrar una buena relación en esta etapa de vida (post divorcio) y veo que las mujeres culpan a los hombres porque no se quieren comprometer y los hombres a las mujeres porque siempre quieren una relación, culpan o responsabilizan a todos, menos a ellos mismos.

Sabemos que el matrimonio no se invento por amor, sino para unir tribus, familias, reinos y para la procreación de "mano de obra", es decir, hijos que pudieran trabajar en el campo, heredar el trono y seguir procreando. Sin embargo el mundo y el humano evolucionaron y todo se volvió más complejo, vivimos más años, buscamos trascender, ser felices, ser amados, vivir en plenitud, el rol de la mujer en la sociedad cambio enormemente y con estos cambios el matrimonio (y las relaciones) también han tenido que adaptarse y ahora se busca en una pareja mucho más cosas de las que antes se esperaban, pero el cambio que no ha sucedido es que el ser humano sigue sin prepararse para estar en pareja, de alguna forma pensamos que el estar en una relación es natural o instintivo, que simplemente se va a dar, y creemos que va a funcionar solo porque nos enamoramos y nada más lejos de la realidad. El índice de divorcio (50% para primer matrimonio y cerca del 70% para el segundo) nos demuestra que no es tan fácil que funcione solo así por "amor", que para que una relación en pareja sea buena se requiere más que una simple atracción y se requiere mucho más que amor. 

La mayor parte de las personas, sin importar la edad, son absolutamente ignorantes en lo que se refiere a ser y a crear una pareja armoniosa y sana, cometemos errores fatales en nuestras elecciones de pareja pensando que solo por "sentir" se va a "dar". Nuestros aprendizajes de pareja vienen de ver a nuestros padres (que no siempre son un gran ejemplo), de las novelas románticas o de las películas y crecemos pensando que si tenemos química y atracción y sentimos el flechazo y nos enamoramos, con eso será suficiente para lograr la eternidad en pareja, y resulta que no. ¿Han escuchado de estas parejas que llevan años juntos y que te cuentan que antes de ser pareja fueron mejores amigos y que ni se gustaban? No hubo flechazo instantáneo, pero el tiempo, la convivencia y las cosas en común los fueron llevando a sentir diferente. Hay muchos estudios que han demostrado que esta es la mejor forma de crear una pareja y que el ser mejores amigos antes de meterse en un compromiso les da una gran ventaja sobre los que solo se enamoraron, porque el enamoramiento pasa pero lo que se construye con compatibilidad se fortalece con el tiempo. 

Cómo primer reflejo le echamos la culpa del fracaso de las relaciones al  formato del "matrimonio o las relaciones tradicionales" o al género contrario y entonces tratamos de re inventar el tema (porque es culpa del matrimonio y no de nosotros), y empiezan los "matrimonios abiertos", o el "vivimos juntos pero no nos casamos" porque el matrimonio seguro esta "embrujado", o "la respuesta está en casarse más grande (esto podría ayudar pero por si sola no es la respuesta), "las relaciones no están hechas para durar toda la vida", "los hombres y las mujeres no nos podemos entender" y en fin, toda una bola de inventos para encontrar respuestas y ni con todas estas "ideas alternativas" ha disminuido el divorcio ni las separaciones. ¿Qué no será entonces que las respuestas no están en el formato si no en la actitud, la voluntad y la ignorancia que tenemos para hacerlo? 

Si para todo estudiamos y nos preparamos, ¿porqué no lo hacemos también para poder estar y tener una buena relación?. Hay 3 cosas que necesitamos entender para formar una mejor relación: Primero que nada a nosotros mismos, luego las diferencias de género y tercero a conocer a la otra persona a fondo. Muchas relaciones suceden sin haber tenido las conversaciones más fundamentales de vida y al vivir juntos las van descubriendo y se van dando cuenta que no veían la vida ni la relación ni el matrimonio de la misma forma, que cada uno tenía su idea y su expectativa de la relación y que cada uno asumió que la del otro era la misma o parecida ya que todos tendemos a ser el centro de nuestro propio universo. Dicen que al menos se necesitan 100 horas de conversaciones profundas y cara a cara para empezar a tener una intimidad emocional real, después de este tiempo es cuando empezamos a mostrar el verdadero yo, nuestras vulnerabilidades y miedos.

Es un hecho que hay diferencias en la forma de funcionar de los cerebros de un hombre y de una mujer y esto nos provoca ciertas complicaciones de entendimiento porqué cada uno espera que el otro piense como uno, así que no estorba saber algunas de estas diferencias básicas y cómo influyen durante una relación. Y no se pierdan el video de "A tale of two brains". 1 Mark Gungor : Tale of Two Brains Full Seminar HD corrected sync - YouTube

El hombre es más simple, la mujer es más compleja y así de sencillo como suena, esto trae muchos malos entendidos en las relaciones. El hombre puede concentrarse en una sola actividad mejor que la mujer que normalmente trae 10 cosas en la cabeza al mismo tiempo y esto influye en la forma de escuchar de cada uno. El comportamiento de la mujer esta mucho más ligado a sus emociones que el del hombre que tiende más a la lógica por lo que la mujer le da más prioridad a la relación romántica que el hombre sin embargo el hombre termina dependiendo más de la relación que la mujer. La mujer busca tener una relación sin pensar en perder su libertad, a diferencia de los hombres que en general quieren ser "libres" y le dan más prioridad a ser exitosos, desarrollar su carrera o su negocio, trascender, dejar legado, ser admirados por su "sociedad". El hombre es de metas concretas por lo que una vez que conquista pasa a la siguiente fase de hacer patrimonio, concentrarse en el futuro, la mujer quiere ser eternamente conquistada. La mujer se enamora y se compromete con mayor facilidad y rapidez pero tiende a querer "modificar" a su pareja con mayor frecuencia, el hombre tarda más para enamorarse y comprometerse pero acepta mejor el "paquete completo" sin pretender cambiarla. El hombre es más rutinario y lo que les gusta hoy les seguirá gustando mañana y siempre, la mujer cambia constantemente de ropa, de amigas, de color de pelo, de humor, de gustos. La mujer necesita sentirse querida para tener sexo y el hombre requiere tener sexo para sentirse querido y aceptado. El hombre busca más sexo en la relación, prefiriendo cantidad a calidad y no le afecta si están peleados o algo sucedió para buscar el encuentro sexual, la mujer prefiere calidad a cantidad y cualquier cosa que afecte su emocionalidad afectará su deseo sexual. Si la mujer no se siente querida o cuidada tenderá a abandonar el nido, el hombre aguanta más tiempo en una relación de mala calidad emocional porqué no es lo más importante para ellos. El hombre busca estabilidad en una relación. la mujer le da un significado distinto a la relación. El hombre en matrimonio tiende a ser más productivo, más estable, a tener mejor salud, a generar más riqueza y a tener mejores hábitos de sueño y alimenticios. El hombre cuando tiene complicaciones se aísla y le gusta resolverlo solo, la mujer quiere hablar todo lo que le sucede. El hombre quiere sentirse respetado, reconocido y aceptado y eso los hace sentirse queridos, la mujer quiere sentirse querida y así se sentirá aceptada y respetada. Estas son algunas generalidades de las diferencias de género que influyen en una relación y el entender un poco mejor como piensa y cómo funciona la pareja evitaría muchas batallas en las relaciones. 

Otra cosa importante para aprender en esta segunda oportunidad (o tercera) de escoger a alguien es que una pareja no se arma de química, atracción, flechazos o amor, y aunque es necesario sentir atracción por alguien antes de empezar algo también es cierto que la atracción muchas veces nos sucede con personas con las que no tenemos nada en común o que no nos hacen bien y que por más "pasión" que haya no nos alcanza para formar una relación sana. La atracción y la química son solo la punta del iceberg y la punta no sostiene a la base, lo que realmente sostiene y hace buena una relación son todos los factores que no se ven a simple vista. 

Hay 4 cosas básicas que los investigadores del tema han descubierto que se requieren en las relaciones de edad madura para que logren funcionar y formar una relación sana y armoniosa a largo plazo: Ser compatibles, que ambos tengan madurez emocional, tener estilos de vida combinables y compartir valores espirituales y de vida. Así que cuando encontremos a alguien que nos atrae y con el (o la) que además tenemos estas similitudes, será muy recomendable abrirse a la posibilidad de una relación con voluntad, aunque no sientan el "flechazo" en primera instancia, ya que sobre estas piedras angulares se podrá construir una relación con mayor facilidad y lograr el verdadero amor profundo y no solo un "destello de pasión" que se convierta en otro (otra) ex.

Ser compatibles es una visión general que abarcar los otros 3 y se refiere a que debemos buscar personas que comparten nuestros hobbies, nuestras pasiones, nuestra forma de ver la vida, nuestra generación, nuestro círculo social de amigos, nuestro sentido del humor, etc. Como dicen "Dios los hace y ellos se juntan" porqué estas similitudes harán todo mucho más fácil en el sutil arte de hacer pareja.

¿Qué significa tener madurez emocional y cómo la distinguimos en alguien? Hay varias cosas que definen la madurez emocional, aquí van algunas de las más importantes: Son personas con independencia emocional que han aprendido a ser responsables de sus propios sentimientos y emociones y que los saben controlar, no son víctimas de las circunstancias y no están buscando una pareja para ser felices o para no sentirse en soledad. Su vida es congruente, sus palabras y sus acciones coinciden, hacen lo que dicen que van a hacer sin pretextos ni justificaciones, llegan cuando quedan de llegar y llaman cuando quedaron de llamar. Saben expresar lo que quieren y lo que sienten. Tienen empatía y saben escuchar y entender a los demás. Saben que las discusiones no son para ganar, hablan desde el corazón y no desde el ego, son justos y saben que en una pareja ambos juegan en el mismo equipo, conocen su valor único como personas y buscan aportarlo en una pareja para crecer y sumar en ella. Cómo dice Benedetti "caminando juntos somos mucho más que dos".

Al hablar de valores similares nos referimos a compartir nuestra visión del mundo, de la vida, del dinero, de valores espirituales, etc. Hay ciertos valores genéricos como la honestidad, la bondad, la gratitud, la sensibilidad, el agradecimiento, la humildad, etc., pero también hay valores propios que no todos comparten o que no le dan la misma importancia así que el buscar a alguien que comparta nuestros valores (además de los más genéricos) nos permitirá resolver problemas y situaciones con mayor facilidad y desde un punto de vista parecido. Debemos buscar a personas que tengan una visión similar de lo que buscan y esperan de una relación, de cómo resuelven el conflicto (si para uno es normal ofender o gritar en un desacuerdo y para el otro es una gran ofensa será muy difícil entenderse y se desgastará la relación con facilidad), deben tener un concepto parecido de lealtad y fidelidad, del respeto, de la comunicación, del romance y la intimidad, del sexo (una persona abierta sexualmente con alguien con poca apertura sexual también va a traer problemas eventualmente), como ven la familia, las familias extendidas (en segunda vuelta ni el es el papá de tus hijos ni tu la mamá de los suyos así que es importante ver si coinciden en el factor de cómo van a convivir con los hijos del otro, este simple factor es el que más provoca separaciones en segundas y terceras vueltas), como quieren vivir (juntos, separados, en dos departamentos vecinos, si quieren un compromiso más formal o no les importa). En fin, en este aspecto hay muchos puntos y aunque no en todos vamos a coincidir si es importante tratar de tener similitud o armonía en los más importantes para cada uno, y en los que no seamos similares aplicará la madurez emocional para entender y respetar aquellos en los que no coincidimos.

Los estilos de vida compatibles y por ende combinables son mucho más importantes de lo que la mayoría cree, especialmente en edad madura. Hay parejas que se han querido y lo han intentado pero no lograron estabilizar una relación por tener estilos de vida distintos y que no pudieron hacer sinergia por cuestiones de geografía, horarios, actividades, complicaciones, hijos, hobbies diferentes, discrepancias en como les gusta pasar los fines de semana, por los tipos de convivencias familiares que cada uno tiene, por temas de vacacionar en diferentes fechas o lugares, por hábitos de sueño y de alimentación, en fin, hay costumbres y gustos para todos y aunque hay cosas dentro de los estilos de vida que se pueden adaptar o cambiar o que no son trascendentes, si se ha demostrado que las parejas que comparten estilos de vida y actividades pelean menos y tienen mejor vínculo entre ellos, se ríen más y manejan mejor el conflicto y hay una enorme cantidad de parejas que nos dice que gran parte de su éxito para mantener una buena relación se debe a que comparten actividades y que les gusta vivir de la misma forma. Así que habrá que escoger a alguien con quien tengamos actividades en común y estilos de vida similares.

Para formar una buena relación de pareja son muchos los factores que influyen y no hay una sola respuesta o un método mágico, pero si hay cosas que nos ayudan a que funcione mejor, como aprender a conocernos mejor y así tomar mejores decisiones cuando elegimos a un compañero o compañera de vida y no dejarnos llevar solo por un "chispazo de atracción" con la persona equivocada, debemos conocer la forma para lograr una pareja sana y ya estando en una relación hay que aprender a comunicarnos mejor para entendernos y a tener voluntad para amar a alguien todos los días porqué es una elección y no un sentimiento. Hacer todo esto no nos garantiza el éxito pero si nos incrementa enormemente las probabilidades de que funcione mejor y por más tiempo así que la respuesta no esta en cambiar el "formato" de las parejas ni en que los hombres cambien ni en que las mujeres sean diferentes, la respuesta para tener una relación sana y estable esta en nosotros, en nuestro aprendizaje acerca de cómo debe funcionar una relación y en nuestra madurez emocional.