Poder distinguir entre cuando estamos en una mala racha de la relación o cuando ya se acabo la relación es una de las cosas más difíciles que hay, es una raya tan fina y puede ser tan subjetiva la visión de cada uno que se vuelve todo un acertijo saber cual es la respuesta correcta. Y en estos casos no hay una sola "respuesta correcta", la respuesta correcta es la de cada quien. Pero independientemente de que cada quien sepa lo que quiere y lo que aguanta y hasta cuando aguanta, si es importante cuestionarse cuanto dura una "mala racha" (o cuanto tiempo la podemos aguantar)..¿una semana? ¿un mes? ¿un año?, y que tan mala es la "racha", hay unas leves y que solo son incomodas y hay otras terribles, y también habrá que analizar si es un problema de "forma" o es un problema de "fondo".
Primero que nada sabemos que las relaciones no se acaban de un día para otro, aunque a veces así lo parezca. Van sufriendo un deterioro lento y puede ser un proceso de meses y muchas veces de años antes de que nos podamos dar cuenta de la situación o queramos afrontarla. Ojala nos pudiéramos dar cuenta cuando empieza el deterioro, pero el problema es que normalmente lo percibimos hasta que ya estamos muy metidos en el pantano, cuando ya es muy difícil de recuperar, cuando ya esta muy "rota" la relación, cuando ya hay rencores, pleitos, indiferencia, etc y por eso es importante procurar y alimentar una relación para no empezar a caer en el espiral del descenso, que difícilmente tiene regreso.
Hay ciertas cosas que marcan o definen cuando una relación esta rota, como las constantes faltas de respeto, o cuando la comunicación o las conversaciones son, en su mayoría, discusiones sin ganas de resolver y solo con intención de "ganar", cuando ya no hay contacto físico o cuando el sexo es escaso o aunque haya sexo ya no hay besos, cuando hay poca tolerancia por los comentarios o la forma de ser de nuestra pareja, cuando el compromiso ya nos parece obligación, cuando lo único en común son los hijos, la casa, los años juntos, las familias políticas, cuando ya ninguno quiere ceder o piensa que el otro es el culpable o el responsable de que el matrimonio o la relación este mal, cuando estamos molestos todo el tiempo, cuando dejamos de reírnos juntos, cuando buscamos cualquier pretexto para ya no estar en casa, cuando hay infidelidad, cuando empiezan a tomar decisiones cada uno por su lado, cuando dejan de ser equipo, cuando deja de haber complicidad, cuando hay indiferencia, cuando las únicas actividades que buscan son con los hijos o con la familia y no como pareja, cuando pasan mucho tiempo separados y/o cada uno haciendo sus actividades, cuando piensan que la razón de seguir juntos debe ser "la familia" o cuando uno de los dos ya se rindió.
Nadie debe salirse de una relación marital y familiar sin antes hacer todo lo posible para que funcione, pero nadie debe quedarse en una relación marital solo por conservar a la familia. Al final los hijos se van y harán su vida y nuestra "familia" será nuestra pareja y debemos poder compartir la vida con esa persona cuando los hijos no estén. Esta es una de las crisis más comunes que enfrentan las parejas que en realidad ya no son parejas, solo son familia y son padres de sus hijos. Cuando los hijos empiezan a ser adolescentes y empiezan a tener su propia vida y actividades, se van a estudiar fuera, ya tienen planes los fines de semana o se van de fiesta con sus amigos y ya poco pelan a los papas, de repente el papá y la mamá se ven solos (sin hijos) y se ven forzados a empezar a hacer una vida de pareja otra vez que en la mayoría de los casos ya se perdió (si es que la hubo) y ni siquiera se dieron cuenta ni cuando ni dónde, ya no se conocen o se conocen poco, se voltean a ver y se dan cuenta que ya cada uno tiene sus actividades y que ambos han cambiado y que más allá de ir juntos a la boda o a la comida y a los eventos sociales, en realidad ya tienen poco que platicar y que compartir y cuando están solos ya medio se estorban el uno al otro. Esto pasa constantemente y por eso se dan tantos casos de divorcios después de 20 o 25 o 30 años de casados.
¿Me quedo o me voy? Es la pregunta difícil... hay muchos que saben y están convencidos o convencidas que se deben ir, que ya no quieren estar, pero es un proceso tan difícil y un trago tan amargo el salirse de su casa y sentir que huyen, o que fracasan, o que son los culpables, o que están tirando la toalla que no es nada fácil hacerlo, buscan todos los pretextos para no hacerlo y a veces prefieren hacer cosas para que el otro los "corra" o se vaya y no sentir que cargan con la responsabilidad de lo que implica tomar la decisión de dejar a la familia o al matrimonio. Otros quieren comprar tiempo, y piensan que mejor después de Navidad, después del viaje, después de...lo que sea.....creyendo que es el tiempo por si mismo el que lograra que mejoren las cosas cuando en verdad para que las cosas cambien se necesita tomar acción, hacer cambios de ambas partes, porque la dinámica de una pareja es el resultado de los comportamientos de los dos, para que en el resultado haya cambios se requiere que las dos partes cambien. Otros quieren quedarse, no quieren terminar la relación por los hijos, por la desidia de volver a empezar, por no pasar por no enfrentar al demonio del divorcio, por no sentir que fracasaron, pero se quedan y no hacen nada, creen que solito todo cambiará, y cuantas veces hemos escuchado el dicho que dice "Si continúas haciendo lo mismo, tendrás los mismos resultados", otros dicen "yo no he cambiado, el que cambio fue el (o ella)", pues les tengo noticias, la gente cambia, la vida cambia, las circunstancias cambian y si no cambiamos nosotros con ellos perdemos la capacidad de adaptación y nos quedamos soñando con una relación que era pero ya no es y que ya no volverá a ser igual.
He visto parejas que desde mi punto de vista se divorcian aparentemente por nada de fondo, y otras que si parecen tener muchos problemas y se llevan poco o mal y solo se relacionan a gritos o tienen problemas de adicciones (alcohol, drogas, abusos emocionales, etc) y aún así no se separan...tengo entendido que normalmente estas adicciones provocan relaciones de codependencia lo cual es otro gran problema, pero ya de psicólogo...fuera de mi conocimiento y entendimiento...Así que siempre regresaremos a que cada pareja es un universo y que muchas veces aunque se separen no era necesario haberlo hecho y que otras aunque sigan juntos, están muy lejos de poder decir que sean una pareja... A veces creen que porque están juntos no han fracasado y hay muchas que quedándose fracasan más que las que tienen el valor de salirse.
Un amigo me decía hace poco..."Cuando la taza se rompió, ya es muy difícil pegarla, lo puedes intentar pero siempre estará parchada y será un punto débil de la relación, con cualquier toque se volverá a romper". Hay tazas que se caen muchas veces y no se rompen, cayeron bien, cayeron en blandito, etc, pero una vez rota....creo que si es difícil...Esto no quiere decir que no haya muchos que no sigan juntos después de haberse roto, lo que quiero decir es que muy pocos siguen juntos bien, después de haberse roto...Casi siempre siguen por un tiempo pero esa fractura puede ser el inicio del fin.
Como dicen..."Vida, dame la fortaleza para cambiar lo que puedo cambiar, la serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar y la sabiduría para ver la diferencia".
A veces hay que escoger entre quedarse y sufrir o irse y empezar otra vez....
miércoles, 31 de agosto de 2016
lunes, 8 de agosto de 2016
Las relaciones de "rebote"
Siempre he creído que escoger a la persona que nos acompañe "para siempre" a los 25,28 o 30 años es prácticamente imposible, hay algunos que simplemente le "atinaron" y otros que se "aguantan" con tal de no separarse o volver a empezar y algunos otros que si pudieron entender como crecer juntos.
Yo no se si separarse o divorciarse esta bien o esta mal, cada uno sabrá lo que quiere, lo que aguanta y como quiere vivir, lo que si se es que las separaciones y los divorcios suceden constantemente y que estas personas se enfrentan con una segunda oportunidad de escoger a alguien para compartir la vida.
¿Cuándo se termina una relación? Uno puede leer, preguntarle a sus amigos y familiares, ir a terapia, etc, pero la respuesta la sabemos siempre en nuestro interior, siempre sabemos cuando hay algo más que hacer y cuando ya no hay más que la retirada, nos hacemos tontos esperando a que pase el cumpleaños, las vacaciones, el domingo, la comida del abuelo, etc, esperando a que algo cambie y que mágicamente se arregle el conflicto pero en realidad sabemos cuando ya estamos en horas extras y si no estamos haciendo nada pro activo para que la situación cambie y mejore ya solo estamos prolongando la agonía.
Ya te separaste, ya tuviste una gran experiencia (para mi no es un fracaso), ya compartiste con una persona 10, 15 o 20 años, seguramente tuviste hijos y formaste una familia, ya aprendiste (se supone) de lo que te gusta o no en una pareja, de quien eres tu, de como te gusta vivir y como quieres vivir ahora si "el resto de tu vida" y sobre todo con que tipo de persona quieres estar. Habrá algunas personas que ya no quieran buscar otra relación y solo se dediquen salir con quien se les atraviese y no volver a comprometerse, pero la realidad es que la mayoría de las personas vuelven a buscar una relación, una compañía y una pareja. La vida solo no esta nada mal pero nadie puede negar que la vida acompañado de la persona correcta (conste que no dije "perfecta") ¡es mucho más divertida!
Existe una inmensa controversia sobre cuando buscar una pareja después de que te separas o te divorcias, y hay tantas diferentes respuestas como preguntas y aunque la mayoría de los psicólogos recomiendan que haya un periodo de duelo y te sugieren estar solo mientras te recuperas y te vuelves a "armar y a re construir" ya que una separación "te desarma y te destruye", a la hora de la practica sucede de todo, unos si se quedan solos y le hacen caso al pie de la letra a las teorías, otros leen, van a terapias, cursos, otros escogen distintas religiones, mantras, temas espirituales, energéticos, deportes, otros viven y se responden conforme les dicte su corazón, etc, pero lo importante es que no importa cual camino escojan, todos salen airosos del trago amargo, unos más rápido que otros, pero todos salen.
Esto que sugieren de esperar un tiempo antes de volver a tener una relación tiene obviamente su razón de ser... Romper una relación, un matrimonio, una familia, un compromiso, es un evento doloroso, es un evento que te cambia, te cuestiona, te dobla, que puede acabar con tu auto estima, con tu seguridad, con quien eres tu en ese momento, sin embargo de todas las personas divorciadas que conozco, no hay una sola que no este bien una vez superado el vía crucis. Algunos lo decidieron ellos mismos, otros lo decidieron por ellos, pero al final todo se acomoda y todo mejora, porque si se separaron es que algo o mucho no estaba bien y si uno entiende que la felicidad del ser humano depende de su capacidad de adaptación al cambio entenderá que siempre estará mejor una vez superada la etapa difícil, pero para mi no hay nada más difícil que estar en una relación dónde uno ya no quiere estar.
¿Qué tanto tiempo después puedo o debo o quiero estar con alguien? Es la pregunta que todos se hacen.....Depende de la personalidad y del carácter que cada uno tenga para resolver conflictos, depende de su apego o desapego, de su capacidad para adaptarse a los cambios y a su realidad actual, depende cuanto tiempo llevaba mal la relación, depende de si querías o no la separación (al que no la quiere le cuesta más trabajo, para el que la quiere es un respiro de libertad). Yo he visto de todo, el que llora, se culpa y le cuesta mucho trabajo y tiempo el dejar ir, el que parece que no paso nada y regresa a la vida rápidamente y su duelo lo vive de forma más privada o fue viviendo el duelo durante la decadencia de la relación, el que parece que esta bien pero aún separado no se anima a divorciarse por años (y esto significa que no quieren dar carpetazo al tema y siguen ahí medio colgados), el que se refugia en la fiesta, los mil y un hook ups, los antros y el alcohol, el que se aísla, el que se mete al deporte de largas distancias para lograr lo que dice Emmanuel "Quiero dormir cansado..."en fin, hay de todo! Definitivamente cada uno encuentra su propio proceso de olvido y de superación y dependiendo de la combinación de estas cosas será el tiempo o el momento de buscar una nueva pareja.
Pero que pasa si cuando estas en medio del momento de turbulencia te encuentras a una persona que para ti vale la pena (considerando que a esta edad ya se supone que sabemos lo que queremos), ¿lo dejas ir porque este no es el "momento correcto"? o ¿te avientas al ruedo aún sabiendo que esta en un momento de confusión y que las probabilidades de éxito son bajas?
Gran parte de las relaciones que suceden pos divorcio o pos separación de una relación significativa son lo que llaman "de rebote", son de red salva vidas, de emergencia, de desesperación, porque normalmente nos dejamos ir con la primera persona que se nos atraviesa aunque no tenga nada que ver con nosotros, solo porque andaba por ahí perdida alrededor, y justo por la desesperación de no estar solos o de tratar de olvidar el dolor y la perdida nos apresuramos a entrar a una relación rápidamente con cualquiera y nos colgamos de la relación como si fuera el único oasis en el Desierto y por ello estas relaciones normalmente fracasan, porque cometemos el error de escoger a una persona por razones incorrectas y lo hacemos con mucha intensidad y con gran desesperación. Si por lo general es un error el ir rápido en una relación, cuando lo hacemos con alguien que esta atravesando un momento difícil es todavía más complicado, así que si no abordamos esta relación con la paciencia y el espacio correcto para que la persona que esta pasando por el divorcio se equilibre, esta relación tenderá al fracaso.
A estas alturas de la vida, lo primero que no debemos tener es prisa, si le vamos a dar la oportunidad a una relación con alguien que esta en proceso de duelo, vamos a tomarlo con calma y aprovechar este tiempo para realmente conocer bien a la persona y darle mucho espacio para que trabaje su perdida o su dolor o sus temas legales y emocionales con ex esposa (o) y con sus hijos y para que su vida se re acomode como soltero (a) otra vez. Este periodo de tiempo nos servirá para conocernos mucho más a fondo y realmente darnos cuenta si esta persona es con quien queremos y podemos compartir la vida o no y que no sea una relación de desesperación. Hay que darle suficiente tiempo para asegurarnos de que no es tan solo una desesperación de no estar solo o una necesidad de tener de quien colgarse.
Una relación en estas circunstancias puede funcionar si se siguen los pasos correctos. Primero que nada es importante recordar que no es conveniente involucrarse en ningún compromiso hasta que las aguas se calmen, limítense a salir cuando se pueda, a pasarla bien, a reírse y cuando la persona afectada no tenga ganas o este enojada o triste o no tenga ganas de salir, déjenla ser y salgan con otras personas, con amigos, tomen un viaje, concéntrense en la relación y no en lo que va a pasar después, disfruten el día a día sin pensar a dónde los va a llevar, dejen que la persona resuelva su conflicto y no quieran resolverlo ustedes, no opinen salvo que les pidan su opinión y limítense a ser objetivos en sus opiniones, denle tiempo al tiempo, denle tiempo a sanar las heridas, denle tiempo a la vida. El tiempo nos dará una respuesta para no equivocarnos, si le damos oportunidad.
Las estadísticas dicen que estas relaciones tienen pocas probabilidades, pero hay muchas cosas en la vida que también las tienen. Hoy por hoy el índice de divorcio es más del 50% (y estas no son relaciones de rebote) y del 50% restante, solo el 20% tienen una relación real de pareja y no por eso los matrimonios disminuyen, las personas se siguen casando y lo siguen intentando, porque el día que lo dejemos de intentar, se acabaría una de las mayores ilusiones del ser humano que es el amor y la pareja. Para evitar el divorcio las personas ahora se casan con más edad, viven y viajan juntos antes de casarse, lo piensan más, salen con más personas, comparan antes de tomar la decisión y toman medidas para evitar llegar al divorcio, ¡pero no dejan de intentarlo! Simplemente lo intentan de una forma más informada, más madura y más preparada. Para estar en una relación con alguien que esta en proceso de una separación o de un divorcio debes ir muy despacio, utilizar mucho la inteligencia y el sentido común, no dejar tu vida a un lado, no tener muchas expectativas a corto plazo, dar mucho espacio y tiempo a la persona afectada, darte pausas cuando lo requieras y sobre todo no meterte en una relación comprometida hasta que la turbulencia pase y se puedan dar cuenta de que realmente hay fondo en la relación y de que no es una relación de "necesidad" si no de "decisión mutua". Todas estas cosas no son garantía de que no fracase la relación pero te ayudarán a jugar la apuesta con más elementos a tu favor...Solo fracasa o lo logra el que lo intenta...siempre pueden no intentarlo...
Pero para mi, ¡es mejor perder que nunca intentarlo!
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